El disidente Bofill promete al salir de Cuba que volverá
ENVIADO ESPECIALEl disidente cubano Ricardo Bofill puso fin el miércoles, con su salida del país, a la más sonora actividad de oposición con que ha contado el régimen socialista en el interior de la isla. En el momento en que un policía de Emigración sellaba su pasaporte para que pudiese abandonar definitivamente Cuba, Bofill prometió vencer la prohibición de las autoridades y regresar en algún momento a su país.
Llegó Bofill frente a la aduana escoltado por Yolanda Miyares, la que ha sido su compañera en los últimos años, y de un funcionario de la República Federal de Alemania, país que en los próximos meses será residencia del presidente del Comité pro Derechos Humanos de Cuba. Un grupo de 20 personas se había reunido poco antes en la puerta de su casa para despedir al conocido activista, que en ningún momento fue molestado por grupos progubernamentables o funcionarios del servicio de seguridad cubano.
Salió del país como un pasajero más, a bordo de un avión de la compañía española Iberia con dirección a Francfort (RFA) y escala en Madrid, y en posesión de un pasaporte ordinario de color azul de la República de Cuba, que le exige solicitar permiso de regreso en cualquier embajada cubana en el extranjero antes de embarcarse rumbo a su país. Permiso que, a menos que en esta isla del Caribe se produzcan cambios insospechados en los próximos años, nunca obtendrá.
El viceministro de Relaciones Exteriores cubano, Raúl Roa, declaró en días pasados a EL PAÍS que para que Bofill pueda volver tendría que solicitarlo formalmente ante las autoridades consulares cubanas del país en el que se encuentre, y que su caso, como el de cualquier otro ciudadano cubano, sería estudiado individualmente.
Las últimas palabras de Bofill en Cuba fueron, sin embargo, de obligado optimismo. "Estoy seguro de que voy a regresar, como estaba seguro, cuando estaba en la cárcel, de que saldríamos de allí. También ganaremos esta batalla por el libre movimiento de los cubanos. El libre flujo de los cubanos se va a reanudar, y ese millón y medio de cubanos que está en el extranjero podrá regresar a su país", dijo.
Menos de 30 kilos de equipaje arrastra Bofill en este viaje, para el que ya cuenta con un visado de entrada en Estados Unidos, donde, probablemente, se quedará a vivir de forma definitiva. Antes tiene previsto visitar España y Francia, y participar en Ginebra en los trabajos de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, seis de cuyos representantes visitaron recientemente Cuba.
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