Kinnock pretende un embio de la estrategia laborista para llegar al poder

Neil Kinnock, líder del Partido Laborista británico, insistió ayer con un vibrante discurso en la obligación moral de cambiar la estrategia política para que el partido pueda concurrir ante el electorado con posibilidades de recuperar el gobierno. "La mayor concesión que podemos hacer al thatcherismo es dejarle volver a ganar" , dijo ante los congresistas reunidos en Blackpool.En una intervención llena de fervor moral, Kinnock insistió en que el partido tiene que hacer todo lo posible por ganar los próximos comicios. Para ello no deben doler prendas en "reclamar de Thatcher el lenguaje y las ideas sobre el individuo y el consumidor".

El líder laborista volvió a arrinconar el dogmatismo y se entregó de lleno a predicar el evangelio del pragmatismo, entreverado de justicia social. "El sector público y el sector privado tienen que trabajar juntos para fortalecer la economía", indicó Kinnock, quien en el conflictivo campo de la defensa señaló que la revisión en marcha será sacrosanta una vez se adopte dentro de un año.

"Hay que dejar opciones abiertas; existe la necesidad de adaptarse a las modernas realidades y descartar el viejo lenguaje", dijo el líder laborista. "En un mundo que cambia, tenemos que cambiar".