Arnold Schwarzenegger: "Quiero que me conozcan como actor cómico"

Arnold Schwarzenegger se ha convertido a sus 40 años en uno de los más populares personajes de la industria norteamericana del cine, con películas como Conan el bárbaro, Terminator o Comando. Ahora reaparece en las pantallas españolas convertido en un policía soviético que viaja a Estados Unidos en busca de un traficante de drogas de su país. Sin embargo, la mayor ilusión de su carrera cinematográfica está puesta en un filme que acaba de terminar, una comedia de principio a fin, al lado de Danny de Vito. "Quiero que el público me conozca también en mi faceta de actor cómico", afirma.

La imagen de Arnold Schwarzenegger en el cine es la de la mole humana, un ser de músculos hiperdesarrollados, de pocas palabras y movimientos casi maquinales. En persona sorprende la flexibilidad de sus movimientos, la expresividad de su rostro y la facilidad con que sonríe. En Danko, calor rojo, que se estrenará el jueves, vuelve a hacer un papel de ser indestructible.Esta vez encarna a un agente soviético que, tal vez por la influencia de la perestroika en Estados Unidos, lucha al lado de un norteamericano contra la mafia internacional de la cocaína.

"Interpreto un papel de policía desconfiado y duro porque quería que fuera algo parecido a la película Ninotshka, de Lubitsch", comenta Schwarzenegger. "En ella los rusos son al principio muy desconfiados y arrogantes, ven a los demás como el enemigo, pero tienen que trabajar con él porque se lo han ordenado Pero luego se dan cuenta de que son gente normal. Al final de la película la actitud cambia, porque se reconocen como seres humanos, con los mismos problernas".

Sin embargo, el actor de Terminator ha puesto las mayores ilusiones de su carrera en un filme que todavía no se tia estrenado en su país. "Acabo de terminar una comedia con Danny de Vito que ha creado gran expectativa", afirma. "Se llama Twins (Gemelos) y es verdaderamente graciosa, la primera que he hecho".

La otra cara de Schwarzenegger

"En las últimas tres o cuatro películas he querido introducir un poco de humor sólo para que mis admiradores vean esa otra parte de mí. Porque si haces Conan, Comando o Terminator y haces un giro de 180 grados hacia la comedia, desconciertas a tu público. Por eso he querido hacerlo lentamente".

La extrema violencia de sus filmes es para él sólo un elemento más para atraer al público. "Para películas de gran violencia lo importante es establecer que los villanos sean muy, pero que muy malos. Si los pintas como seres verdaderamente malvados es más fácil abordar la violencia que si este aspecto no está muy bien definido", dice.

Ha sido siete veces Mister Olympia y ha ganado otros seis títulos mundiales gracias a su preparación fisica. Aunque su carrera cinematográfica le debe mucho a su aspecto físico, el mundo de los negocios le ha abierto también sus puertas gracias a otras habilidades. Está casado con Maria Shriver Kennedy, sobrina del ex presidente norteamericano, lo que lo vincula a un clan poderoso. "Yo me aburro fácilmente, por eso es importante para mí cambiar de actividad. Me encanta hacer películas, pero no me gustaría estar en rodajes todo el tiempo. Por eso me gusta ocuparme del cine y después de mis negocios, mis inversiones en bienes raíces y en mi colección de arte. Invierto un porcentaje de lo que gano en cada película en comprar obras de arte. También dedico un tiempo al fisicoculturismo, un viejo amor. Cuando veo a esos muchachos jóvenes que se dedican al culturismo me doy cuenta de lo importante que puede ser para ellos. Aprendes que todo lo que logras es gracias a tu esfuerzo, y no hay atajos para llegar más pronto. Me gusta variar".

Su posición con respecto a las drogas que toman los deportistas parece también muy clara. "Ben Johnson es uno de los mejores atletas del mundo. Un gran atleta aunque de positivo en un control sigue siendo un gran atleta. Posiblemente de no haber utilizado ninguna sustancia Johnson hubiera alcanzado una marca casi tan buena como la que hizo. Me alegra que en estos Juegos Olímpicos hayan sido tan firmes en controlar o eliminar el uso de drogas en los deportes, sobre todo entre amateurs. De otra forma sólo tendrán las mejores marcas aquellos que consigan las drogas más sofisticadas".