Kastresana recibió cinco disparos, dos de ellos mortales, según la autopsia

El resultado de la autopsia practicada al activista de ETA Militar Mikel Kastresana, muerto el viernes último en San Sebastián, en un tiroteo con la policía, señala que el etarra recibió cinco disparos, dos de los cuales "eran mortales de necesidad, efectuados a corta distancia, ésto es, dentro del límite máximo de 60-70 centímetros". El primer disparo penetró sobre la línea media del cuello, perforando la laringe, la cavidad craneal, lesionando el cerebelo y perforando el hueso occipital, según la trayectoria de abajo a arriba.El segundo penetró junto al corazón, perforó el pericardio y salió del tórax por el espacio intercostal entre la séptima y la octava costilla, y el tercero se efectuó por la espalda de la víctima, penetró en la región lumbar izquierda, 60 milímetros de la línea espinar, afectó al riñón y al cólon y salió por la cara anterior del abdomen.

Además, Mike1 Kastresana, según el informe, presenta en la mano izquierda diversas heridas producidas por dos disparos. El forense estima imposible establecer el orden en que fueron disparadas las cinco balas.

La aparatosa mancha de sangre que cubría uno de los ojos de la víctima, fue consecuencia, según demuestra la autopsia, de una herida contusa provocada por el choque de la cabeza contra el suelo.