Enfrentamiento entre el fiscal y la defensa en el juicio de extradición del 'etarra' Pikabea
El juicio de extradición contra el activista de ETA Militar lñaki Pikabea quedó ayer en Pau (Francia) visto para sentencia después de que, el fiscal y la abogada vasca francesa Christianne Fando protagonizaran el ya habitual enfrentamiento dialéctico sobre el alcance de la implantación de la democracia en España. Fando se mostró, sin embargo, más comedida que en anteriores ocasiones y admitió ante el tribunal que se ha producido una relativa transformación política en España. "Yo soy la primera en reconocer", dijo, "que ciertas cosas han cambiado en España, pero no todas".
En contra de la opinión del fiscal, Christianne Fando reiteró que los delitos cometidos por su defendido poseen un carácter político y cuestionó que la Audiencia Nacional española pueda ser considerada como un tribunal no excepcional. Como única novedad argumental en este tipo de episodios dialécticos, la abogada vasca francesa dijo que la Audiencia Nacional y el Tribunal Constitucional españoles están revisando aquellas sentencias condenatorias fundamentadas exclusivamente en las declaraciones que los detenidos efectuaron ante la policía y en ausencia de un abogado.Según Fando, éste es el caso de Iñaki Pikabea, que fue condenado por el asesinato de un concejal de Irún a 27 años de prisión, pena que no cumplió en su totalidad, ya que se fugó de la cárcel donostiarra de Martutene el 7 de julio de 1985. Iñaki Pikabea fue detenido el 30 de septiembre de 1987 en Saint-Peé-Sur-Nivelle en el chalé que albergaba el centro político y propagandístico de ETA Militar.
Ayer, ante la Cámara de Acusación de Pau, Pikabea trató de relatar las supuestas torturas a que fue sometido tras su detención en España, pero el presidente del tribunal no estaba dispuesto a asistir al final del relato.La sentencia, que será dada a conocer el miércoles próximo, no modificará ni siquiera a medio plazo la situación de Pikabea, que debe ser juzgado en Francia por "asociación de malhechores" y depósito de armas, y, en su caso, cumplir con la pena impuesta, antes de que se plantee su entrega a España. Además, la extradición debe ser aprobada por el Consejo de Estado francés.
Por otra parte, la policía detuvo ayer al matrimonio formado por Eugenio Ayestarán y Mari Carmen Cobos como presuntos colaboradores del comando Donostia de ETA Militar, uno de cuyos activistas, Mikel Kastresana, murió el viernes en San Sebastián en un tiroteo con la policía.
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