Haití, desgarrado
La agitada historia de Haití acaba de sufrir un nuevo giro. El general golpista Henri Namphy, que había depuesto al presidente Leslie Manigat, acaba de ser alejado del poder por otro militar, el general Prosper Avril.Este nuevo golpe de Estado, que se ha desarrollado. sin violentos enfrentamientos, se produce en un momento en el que este país asiste a un renacimiento del terror.
A juzgar por sus primeras declaraciones, el nuevo jefe del Estado pretende reconducir el proceso democrático, y parece dispuesto a constituir un Gobierno civil y militar, apelando incluso a personalidades de la oposición, como Marc Bazin, ex candidato a la presidencia del Movimiento para la Instauración de la Democracia en Haití.
El general Avril, que ha visitado frecuentemente Estados Unidos, ha mostrado también la intención de remover lo más rápidamente posible los obstáculos para que llegue de nuevo ayuda norteamericana al país caribeño.
En resumen, este golpe de Estado podría ser beneficioso para este pequeño país desgarrado y arruinado. Pero es preciso formular algunas reservas sobre esta situación. En primer lugar, sobre los orígenes mismos del golpe, llevado a cabo por la tropa y suboficiales. Habría que conocer cuáles han sido sus motivaciones profundas, cuando una de sus reivindicaciones ha sido el nombramiento para jefe del Estado Mayor del Ejército del coronel Jean-Claude Paul.
20 de septiembre
