El Ejército aplasta la protesta popular en Birmania
Numerosas personas resultaron muertas o heridas ayer en Birmania en enfrentamientos con soldados fuertemente armados que abrieron fuego para aplastar la protesta popular por el golpe de Estado realizado 24 horas antes por el comandante en jefe y ministro de Defensa, Saw Maung. Un diplomático occidental afirmó que la cifra de muertos pudo haber sido de 400, la mayoría estudiantes. Entre tanto, el nuevo Gobierno militar decidió abolir tres leyes que daban al Partido del Programa Socialista de Birmania (BSPP) su condición de partido único y prohibían el establecimiento legal de otros.
Testigos presenciales declararon que muchas de las víctimas mortales se produjeron ayer por balas lanzadas sin aviso previo cerca del hospital general de Rangún, de la antigua pagoda Sule y del Ayuntamiento. Disparos y explosiones fueron oídos en varias partes de la ciudad, de tres millones de habitantes, y en sus alrededores.Los primeros incidentes ocurrieron el pasado domingo, pocas horas después del golpe encabezado por el general Maung, un militar estrechamente asociado con los dirigentes socialistas cuya autoridad fue desafiada durante los pasados meses por estudiantes y monjes.
Algunos testigos señalaron haber visto a monjes budistas que trataban de frenar el baño de sangre rodeando a los soldados en diversos puntos de la capital birmana
Rangún parecía ayer una ciudad sitiada, con barricadas levantadas por estudiantes para impedir el movimiento de las tropas que tratan de restaurar el control.
Los líderes de la oposición, el general.Tin Oo y Aung Suu Kyi, hija del héroe de la independencia Aung San, han firmado un comunicado conjunto en el que piden que se ponga fin a la violencia. "No queremos ver desparramada la sangre de colegiales inocentes", declararon.
El nuevo Gobierno afirmó anoche que 54 personas murieron en los disturbios, pero fuentes diplomáticas cifran entre 100 y 400 el número de víctimas mortales. La radio nacional se limita a anunciar los nuevos decretos por los que se suprime el partido único y emite música militar.
La Organización para la Restauración de la Ley y el Orden -como se ha autobautizado el nuevo Gabinete, integrado por 19 militares- ha prohibido las manifestaciones, las reuniones de más de cinco personas y las huelgas y ha impuesto un toque de queda de seis horas por la noche.
Desafío al Gobierno
Centenares de personas desafiaron la prohibición gubernamental de manifestaciones públicas y se lanzaron a la calle para expresar su disgusto por el golpe del general Maung, quien ha pedido a los partidos de oposición que tomen parte en la preparación de elecciones generales, cuya fecha no ha sido fijada.Los seis periódicos estatales de la capital no salieron ayer a la calle, después de haber sido tomados por soldados siguiendo órdenes de la nueva Administración militar. Los comercios permanecieron cerrados, y los funcionarios públicos no se presentaron al trabajo.
Al menos tres personas murieron en choques que estafaron frente a la Embajada de Estados Unidos. Incidentes muy graves se produjeron también en las cercanías de un ministerio, en la oficina de turismo y en el exterior del edificio de la radio y televisión estatal. Los soldados, apostados en los tejados de los edificios públicos, dispararon indiscriminadamente contra la muchedumbre. Enfrentamientos similares se produjeron en el resto del país. En la ciudad de Mandalay, la segunda ciudad birmana, el Ejército disparó contra los manifestantes que levantaban barricadas, con el resultado de al menos seis muertos.
En Magwe, a 400 kilómetros de Rangún, las tropas desalojaron un edificio del gobierno local, ocupado desde hace dos semanas. En los choques, los soldados mataron a siete estudiantes que se negaban a abandonar el lugar.
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