Un 'ertzaina' procesado por las escuchas implica a sus mandos
Martín Ramos Epalza Solano, uno de los tres ertzainas (policías autonómicos vascos) procesados por las escuchas telefónicas ilegales a Carlos Garaikoetxea, ex lehendakari y actual presidente de Eusko Alkartasuna (EA), ha declarado recientemente ante el juez que instruye el caso que él actuó siguiendo las indicaciones expresas de sus superiores de la Ertzaintza. Las escuchas, presuntamente realizadas en agosto de 1986, desembocaron en el procesamiento de los tres policías un año después, en julio de 1987.
La conexión fue descubierta en la central telefónica de Zarauz (Guipúzcoa), tras denunciar Garaikoetxea anomalías en el teléfono de su casa en esa localidad. Los técnicos de la compañía telefónica, descubrieron después que la causa de las anomalías era un puente instalado ilegalmente en la terminal de Zarauz, que unía la línea del ex lehendakari con la de un vecino de Orio. El número de éste era uno inmediatamente inferior al de una vivienda alquilada por la mujer de Javier Zumalde, un antiguo miembro de ETA que a la sazón era considerado colaborador de la Viceconsejería de Interior del Gobierno vasco.
Fundamento necesario
De acuerdo con las fuentes judiciales consultadas, el testimonio de este ertzaina aporta ahora el fundamento técnico necesario para incluir formalmente en la investigación a altas esferas de la policía autonómica vasca.El caso de las escuchas a Carlos Garaikoetxea, efectuadas en un momento en el que el ex lehendakari se disponía a escindirse del PNV y a fundar su propio partido, parece implicar igualmente, siquiera de forma tangencial, a una serie de elementos de la policia autonómica vasca, de conducta secreta, que tienen en común el desempeño de funciones paralelas, no declaradas, y ajenas desde luego a los departamentos y servicios de la Administración a los que nominalmente pertenecen.
En su reciente testimonio, prestado de forma espontánea, Martín Ramos Epalza ha aludido, aunque sin facilitar sus nombres, a dos mandos de la Ertzaintza que según él transmitieron la orden de pinchar el teléfono de Carlos Garaikoetxea, siguiendo una escala jerárquica en la que figura también el superintendente de la Ertzaintza, Jenaro García Andoáin, que murió el 2 de noviembre de 1986 en un enfrentamiento con activistas de ETA Militar.
El mismo ertzaina o uno de sus compañeros implicados esgrimió tiempo atrás, en unas declaraciones a un medio informativo, la posibilidad de atenerse a "la obediencia debida a los superiores" en el supuesto, posteriormente confirmado, de que el juez dictara auto de procesamiento.
Martín Ramos Epalza, que ocupa el puesto de adjunto a la Viceconsejería de Interior y que forma parte de una familia dividida entre partidarios de Garaikoetxea y de Xabier Arzalluz (presidente del PNV), deberá ampliar su testimonio en fechas próximas.
De acuerdo con las fuentes consultadas por este periódico, el ertzaina procesado no oculta su disgusto por su participación en las escuchas ilegales a Carlos Garaikoetxea, pero parece estar sometido a fuertes presiones.
El delito del que se le acusa está penado con arresto mayor y la inhabilitación por un período mínimo de cinco años.
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