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El socorro europeo

La CE reparte alimentos por valor de 14.000 millones de pesetas para los más necesitados

Cuatro kilos de carne enlatada, dos cajas de 400 gramos de queso fundido en porciones y dos kilos de macarrones componen la exigua, pero no por ello menos apreciada, bolsa de alimentos excedentarios de la Comunidad Europea (CE) que son repartidos por la Cruz Roja entre los más necesitados. Este programa comunitario, que sirve para que los precios de los productos no caigan en los mercados más que para quitar el hambre de los pobres de Europa, tiene un coste de 100 millones de ECU, unos 13.900 millones de pesetas. Por estos días, en la provincia de Huelva más de 2.500 personas comerán caliente al menos un par de noches.

La familia de Carmen García necesita dos de estas bolsas que contienen los alimentos excedentes de la CE para poder hacer tan sólo una comida. En una vivienda de cuatro habitaciones situada en El Torrejón, una barriada marginal de la capital onubense, conviven los 21 miembros de su familia, entre hijos y nietos. "Trece son niños chicos que me tienen hasta los pelos y que cuando no hay qué comer se ponen a chillar y a pedir pan a los vecinos en el patio", dice con tono resignado, pero risueño Carmen a la vez que agarra la bolsa con ese ansia que da la pobreza.Junto a Carmen, llega hasta el local habilitado por la Asamblea Provincial- de la Cruz Roja para recoger los lotes de alimentos un ramillete de seis vecinas más con situaciones parecidas. "Ajolá me hubiesen dao la bolsa hasta arriba que no pudiese con ella", afirma María, quien sobre sus espaldas tiene la responsabilidad de sostener 12 hijos, dos de ellos aún con el biberón, y un marido albañil enfermo al que "se le ha metido un virus en el corazón", dice golpeándose el pecho.

Ni Carmen ni María conocen la procedencia de estos alimentos, tan sólo que los tienen en sus manos, y cuando se les explica que lo reciben por gentileza de Europa se limitan a preguntar que cuándo volverán a dárselos de nuevo. Este año queda aún otra entrega de productos excedentarios, siempre en función de lo que le sobre a la despensa europea. En esta ocasión la práctica totalidad de los alimentos ha sido de primera calidad y procedía del mismo territorio nacional. El pasado año, cuando España se acogió por primera vez a este programa, se repartió también leche, mantequilla, harina, azúcar y aceite.

Buen paladar

Muchos de los beneficiarios de estos repartos establecen incluso comparaciones con los productos que recibieron el año anterior, dado que la pobreza no está reñida con el buen paladar. Algunas mujeres hablan de las excelencias del aceite italiano, que venía tan concentrado que era necesario arrebujarlo con otro más suave para rebajar su sabor. Por el contrario, se quejan del gusto que tenía la carne y muestran su regocijo porque en esta ocasión se trata de un plato precocinado: ternera con guisantes.

Teresa Campos, responsable del departamento de Servicios Sociales de la Cruz Roja en Huelva, reconoce que la entrega es limitada y que podría darse un replanteamiento sobre la importancia de llegar a menos gente, pero más necesitada. "Esto siempre trae una dificultad inherente, la posibilidad de ser injusto al calificar las demandas. La necesidad, de una u otra forma, siempre existe", puntualiza Teresa. La provincia de Huelva ha recibido más de 17 toneladas de alimentos excedentarios en esta. primera entrega.

La renta per cápita onubense es de 392.641 pesetas, cifra sensiblemente inferior a la media nacional. Con más de 400.000 habitantes, la provincia de Huelva tiene un índice de paro del 33% sobre el total de la población activa, llegando estos parámetros al 44%. entre los menores de 25 años. Así pues, no es extraño que esta provincia fuera ya el pasado año una de las más beneficiadas en el reparto de los excedentes comunitarios. España dispondrá en esta ocasión de alimentos por valor de 2.926 millones de pesetas, lo que supone un 33% más que en la anterior entrega, donde la práctica totalidad del programa fue a parar sorpresivamente al Reino Unido y Alemania Occidental.

Las noticias tienen un especial medio de propagación entre los indigentes, sobre todo si se trata de noticias sobre el reparto de comida. Así, en la localidad onubense de Nerva la noticia de la llegada de los excedentes se emitió incluso a través de la emisora municipal Onda Minera. Rápidamente se formaron las colas ante el Ayuntamiento y en algunos casos surgió la picaresca. Para evitar la comercialización de los alimentos donados gratuitamente, éstos llevan en un lugar visible un sello o marca especial alusivo a la Cruz Roja.

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