El Gobierno polaco propone dialogar la crisis "con quienes no rechacen el orden constitucional"

El Gobierno polaco propuso anoche sentarse en una mesa para dialogar con las partes sobre los problemas laborales del país, que han degenerado en la peor crisis desde 1981. La televisión estatal informó que el ministro del Interior, general Czeslaw Kiszczak, había ofrecido celebrar "discusiones" con todos los sectores del conflicto sin fijar precondiciones, excepto la exclusión de "aquellos que rechacen el orden constitucional".

El líder del ¡legal sindicato Solidaridad, Lech Walesa, que permanece con los obreros de los astilleros Lenin, en Gdansk, reiteró ayer su llamamiento al Gobierno a dialogar, y admitió que el Gobierno le había sondeado a través de un intermediario. Pero no ha trascendido el contenido de la conversación de Walesa con Andrzej Stelmachowski, un intelectual católico que habló con el líder sindical el jueves, después de entrevistarse con altos dirigentes del partido en Varsovia.Mientras, la Iglesia de Polonia hizo público ayer un duro comunicado en el que asegura que la actual situación es "consecuencia del desprecio a los derechos humanos" y llama a acabar con "la hipocresía planificada y aplicada". La Iglesia pide abiertamente "pluralismo sindical y asociaciones" y seguir por el camino de los "acuerdos sociales de hace ocho años", que en agosto de 1980 permitieron crear el sindicato Solidaridad.

Estas peticiones se contienen en un comunicado del episcopado en el que se expresa la impaciencia de la Iglesia ante la negativa del régimen a dialogar con la oposición polaca. Los obispos recordaron, por otra parte, a la población que el trabajo es "un deber ante Dios, sus semejantes, la familia y la nación", en lo que supone una condena de la apatía, la desidia y falta de moral de trabajo de la inmensa mayoría de los polacos, que se refleja en un absentismo generalizado y una falta de productividad.

Ayer se amplió la huelga en la fábrica de maquinaria pesada de Stalowa Wola, en el sur del país, y se unió al paro una siderurgia de la ciudad occidental de Wroclaw. En el sector minero, sin embargo, han remitido las huelgas. Sólo quedan tres minas en huelga, en dos de las cuales se han encerrado piquetes en las galerías, que se niegan a deponer su actitud hasta que el Gobierno entable un diálogo para restablecer el pluralismo sindical.

Pleno del partido

Hoy comienza en Varsovia un pleno del Comité Central del Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP) -comunista- del que se esperan medidas contra la crisis, incluidos posibles cambios en la dirección. La semana próxima se reunirá el Parlamento, y son cada vez más los indicios de que se producirá un profundo reajuste gubernamental, con la probable caída del primer ministro, Zbigniew Messner.Éste es ya desde hace meses la potencial cabeza de turco para una crisis, que era previsible dada la falta de avances en las reformas y el deterioro generalizado de las condiciones de vida. No obstante, se espera que el partido prepare también otras medidas, ya que nadie cree que con un reajuste del equipo económico pueda el jefe del Estado, Wojciech Jaruzelsk¡, afrontar una crisis ya netamente política.

"Hay que abandonar la intimidación y la violencia y reconocer la voz razonable de todos los ciudadanos del país, dejar a la gente competente dirigir el Estado y a cada ciudadano la libertad que le corresponde", señala el episcopado, cuya crítica de la situación es el más duro en varios años.