Domingo Triguero
El alcalde que quiere el polígono de tiro
Domingo Triguero es un hombre optimista, polémico y populista. Estos días ha saltado a la actualidad por pedir para su pueblo, Pozuelo de Calatrava, en Ciudad Real, la ubicación del polígono de tiro que Anchuras rechaza. Triguero sabe mezclar el lenguaje y las máximas del pueblo con las arengas del político. Nacido en el seno de una familia de campesinos, es el noveno de 13 hermanos y su principal dedicación es la agricultura, "aunque, eso sí, con el 90% de las tierras arrendadas".
Educado en un ambiente familiar donde las carencias eran muchas, el alcalde de Pozuelo dice saber distinguir en seguida "a un señorito o a un gachoso de uno de los míos, en cuanto lo invito a café, porque los primeros se pasan media hora soplando y yo me lo tomo sobre la marcha". Domingo dice que la costumbre de tomar cosas calientes le viene desde la niñez, "ya que cuando mi madre nos llamaba a las seis de la mañana antes de ir al campo, a los 13 hermanos y a siete primos míos que vivían con nosotros, o metías la cuchara rápido en la sartén o no probabas bocado del ajillo".Sin embargo, a lo que no parece estar acostumbrado Domingo es al picante. Hace unos años viajó como presidente de la Asociación Provincial de Remolacheros a Copenhague, y en el curso de una cena tuvo que beberse el agua de un florero que había cerca de una mesa donde cenaba la reina Margarita para mitigar el fuego en la garganta tras tomar una cucharada de salsa de pimienta sin saber lo que era.
Pero Triguero es hoy conocido por pedir al Gobierno que el polígono de tiro de Anchuras se traslade a su pueblo, "ya que ello reportaría importantes ingresos a la gente, porque mi propuesta sería cobrar peaje, mejor dicho volaje, a todos los aviones que sobrevuelen la zona". El alcalde de Pozuelo justifica su petición como un pulso al Gobierno regional, "que ganó las elecciones gracias al montaje que hizo sobre Cabañeros. Antes los campos de tiro eran malos y ahora son buenos. Me parece una tomadura de pelo".
Sobre su militancia en un partido de derechas como AP, Triguero responde que "a mí nadie me ha dicho dónde está la linde entre la derecha y la izquierda". De hecho, en varias ocasiones ha votado propuestas del PSOE en la Diputación provincial de Ciudad Real y ha sido expedientado en tres ocasiones por su partido, además de tener, como el Don Camilo de Guareschi, fuertes enfrentamientos con el anterior cura del pueblo. Hace tres años, en un mitin a los agricultores, Triguero dijo, refiriéndose a los políticos regionales, que "cuando la burra es vieja conviene cambiarla por un buen caballo, y si éste es como el de Espartero, mucho mejor". Cuando se le recuerda la frase, sonríe y dice que "ya va siendo hora de que se cumpla el artículo 130 de la Constitución y la agricultura ocupe el lugar que por justicia le corresponde".
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