_
_
_
_

Luz contra paisajes

Los ecologístas denuncian la agresión medioambiental de las 'minicentrales'

A raíz del impulso dado desde la Administración a la producción de energía mediante pequeñas centrales hidroeléctricas, en un futuro próximo está prevista la construcción de 136 minicentrales. La orografía española permite la expansión de este sistema de producción de energía, aparentemente inocuo, pero que ha encontrado la oposición de colectivos que trabajan en la conservación de la naturaleza, los cuales ven con preocupación el impacto ecológico y paisajístico de estas centrales.

Los ecologistas basan sus quejas en la importante disminución del caudal de los ríos que resulta del aprovechamiento de las minicentrales. Amenaza que preocupa a los habitantes de la localidad abulense de Arenas de San Pedro, enclavada en una zona en las que los ríos Pelayo, Riocuevas y Arbillas, en el lado meridional de la Sierra de Gredos, constituyen uno de los mayores alicientes paisajísticos y turísticos.La amenaza proviene del real decreto 1217/81 de 10 de abril de 19 8 1, que estableció una serie de normas para fomentar la instalación de pequeñas centrales hidroeléctricas con capacidad máxima de 5.000 kilovoltioamperios (KVA).

La construcción de estas pequeñas centrales está generosamente subvencionada, primero por el Estado y, ahora también por la Comunidad Europea, y su instalación da pie a un negocio saneado que está atrayendo a numerosos inversores.

Indalecio Martínez Ruiz, jefe del Departamento Hidroeléctrico del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (LDAE), del Ministerio de Industria, dice que este tipo de producción de energía "es el que menos altera el ecosistema pues no hay combustión ni vertidos tóxicos".

Inspecciones periódicas

Para el funcionamiento de esta centrales es necesario captar corrientes fluviales de pequeño caudal, especialmente las que están situadas en terrenos montañosos. Desde las tomas de agua hasta donde se instalan las turbinas, el agua suele discurrir por gruesas tuberías, enterradas o no.La Comisaría Central de Aguas establece que el caudal que queda para el curso de lo

arroyos es el 10% del caudal medio anual.

Según un informe del IDAE, las turbinas necesitan un mínimo del 40% del caudal de diseño para funcionar y, probablemente, durante tres o cuatro meses -los de verano- no podrán funcionar. Pero el problema es que estas instalaciones son automáticas, no necesitan personal y por lo tanto no se sabe quién las vigilará.

Indalecio Martínez ha asegurado que la Administración, a través de las Comisarías de Aguas y de las Confederaciones Hidrográficas, tiene previsto realizar inspecciones periódicas para comprobar que se respeta el límite establecido por lagún ha denunciado la Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura (ADENEX), informa Pedro Jara desde Cáceres.

El aprovechamiento hidraúlico presentado por APROHISA entra en confrontación directa, según ADENEX, "con la conservación de este patrimonio natural y de llevarse a cabo significaría la ruina definitiva de los valores naturales del área".

El proyecto de esta presa tiene prevista una producción anual de 21 millones de kilowatios hora y su presupuesto se eleva a 417 millones de pesetas. La central hidroeléctrica aprovecharía un salto de 607 metros de desnivel. Una línea aérea de 4.375 metros enlazaría con la red general de Unión Fenosa.

También en Cantabria se proyectan numerosas minicentrales hidroeléctricas con ia protesta de los ecologistas, informa Jesús Delgado. Durante el pasado mes de mayo, ya la Asociación para la defensa de los Recursos naturales de Cantabria (ARCA) presentó ante la Confederación Hidrográfica del Norte de España y el Ministerio de Industria y Energía un escrito oponiéndose radicalmente a la construcción de un aprovechamiento hidroeléctrico en la cuenca alta del Deva, en la cordillera cantábrica. Las obras previstas se sitúan, según los ecologistas, en el núcleo principal de población del urogallo cantábrico y asimismo en áreas de campeo del oso pardo que tiene una presencia frecuente en esta zona oriental de la cordillera.

Una moda que vuelve

En 1964 existían 1.740 minicentrales que representaban el 8,7% de la potencia hidroeléctrica instalada y el 9,6% de la producción del mismo origen, según establece un informe del IDAE.En el momento en que hubo la posibilidad de conectar las zonas servidas por las minicentrales a las redes de distribución de las grandes compañías, unido a los elevados costes de explotación de las antiguas instalaciones se produjo el cierre de gran número de ellas. Así, en 1982 sólo quedaban en marcha 576 centrales que representaban el 2,4% de la potencia instalada y el 5,4% de la producción de dicho año.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_