Felipe González decide impulsar personalmente la concertación social en septiembre

El presidente del Gobierno, Felipe González, estudia las posibilidades de relanzar a fondo la concertación social en septiembre. Por ello reunió antes de marcharse de vacaciones, según se ha sabido ahora, a los ministros cuyos departamentos pueden ofrecer contrapartidas a los interlocutores sociales. La patronal, que comparte el mismo deseo, ha hecho llegar al Ejecutivo la conveniencia de lograr estabilizadores sociales en un año en que España se convertirá en escaparate de Europa con motivo de que la presidencia rotatoria de la Comunidad Europea recaerá durante el primer semestre en Felipe González.

Fuentes de la Administración han informado que el presidente del Gobierno proyecta impulsar a principios de septiembre unas conversaciones de concertación social en las que se pueda llegar a amplios acuerdos con sindicatos y patronal, de forma más operativa y fructífera que en las mesas reunidas durante el pasado mes de julio.Con vistas a recabar información para luego analizar las mejores posibilidades, ha trascendido que Felipe González se entrevistó antes de marcharse de vacaciones con los ministros cuyos departamentos pueden participar mas directamente en los nuevos intentos de concertación. Acudieron a reunirse con el presidente, sobre todo, el titular de Economía y Hacienda, Carlos; Solchaga; el de Trabajo y Seguridad Social, Manuel Chaves; el de Sanidad y Consumo, Julián García Vargas; y el de Administraciones Públicas, Joaquín Almunia.

Las fuentes consultadas han revelado que el presidente, además de pedirles una valoración de las reuniones desarrolladas hasta entonces, solicitó pormenorizados informes sobre las alternativas, instrumentos y costes de los asuntos que pueden ser objeto de concertación social.

Aparte de los temas que ya se empezaron a discutir sin llegar a acuerdos de relevancia en las citadas mesas -protección por desempleo, reforma del Instituto Nacional de Empleo y condiciones de los funcionarios-, la concertación social que proyecta impulsar Felipe González se extiende a numerosos aspectos, entre ellos los relativos a prioridades en materia de revisión de pensiones y un nuevo intento de relacionar los niveles salariales con la productividad.

Fomento del empleo

Pero el temario se centra también especialmente en el fomento del empleo juvenil para asegurar la creación de más de 300.000 puestos de trabajo durante cada uno de los próximos años, la extensión del derecho a la asistencia sanitaria a toda la población, con cargo a los presupuestos del Estado, la consiguiente definición de un esquema financiero de la Seguridad Social que permita extender las pensiones asístenciales, también con cargo a los presupuestos del Estado, a los ancianos que carecen de ella, los programas de inversiones públicos que permitan acometer en los próximos años la mejora y modernización de las infraestructuras, y los escenarios presupuestaríos y macroeconómicos en que se situarán todos los anteriores asuntos.En los medios consultados de la Administración se consídera que los primeros borradores del proyecto de Presupuestos del Estado para 1989 denotan ya esta voluntad de concertación, por tener un carácter más social que el de años anteriores. Así, mientras que para la presión fiscal se prevé un aumento de 0,7% -la tercera parte que el realmente habido en los dos últimos años y la mitad que en los ejercicios previos desde 1982-, para los salarios de los funcionarios se prevé un aumento de gastos del 7,9% con el fin de cubrir revisiones y aumento de plantillas. Además, el crecimiento de las inversiones públicas reales a realizar por el Estado alcanza en pesetas cerca del 40%. Esta cifra sería consolidada por el apoyo desde el Estado y desde la Comunidad Europea al esfuerzo inversor de las corporaciones locales y de los ayuntamientos, así como a empresas que cubren un amplio espectro social, como Telefónica. La compañía que preside Luis Solana recibiría del Estado cerca de 50.000 millones para realizar su programa de invertir durante 1989 medio billón de pesetas, casi un 60% más que en 1988, con el fin de instalar más de dos millones de nuevas líneas, el doble que este año.