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El repentino interés de la patronal

Tanto interés corno el que se atribuye al presidente del Gobierno en llegar a la concertación social lo ha manifestado la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), al hacer llegar al Ejecutivo socialista su preocupación por la eventualidad de que la ausencia de acuerdo devenga en un otoño especialmente caliente.Tras manifestarse insatisfecha por la marcha de las mesas celebradas en julio, por considerar que no conducen a nada serio, la patronal ha hecho constar su disposición a un acuerdo durante una reunión mantenida sobre este asunto con el ministro de Economía, Carlos Solchaga.

La CEOE ha desplegado, en efecto, una línea argumental que supone un brusco giro respecto a su actitud de 1984 y en los años posteriores al Acuerdo Económico y Social para 1985 y 1986. Por entonces la patronal mostraba cierto desinterés en los aspectos salariales, convencida de que una negociación completa convenio por convenio y precedida de alguna indicación del Gobierno redundaría en mayor moderación salarial para el sector privado.

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En cambio, ahora la CEOE ha manifestado en primer lugar la necesidad de lograr estabilizadores sociales con vistas a 1989, año en el que España se convertirá en el escaparate de Europa. Según la patronal, la presidencia de la CE, que corresponde durante el primer semestre a Felipe González, actuará en el exterior de caja de resonancia para cualquier conflicto social, lo que repercutirá de alguna forma en numerosos aspectos de la actividad, desde las inversiones y el turismo hasta la propia promoción de las exportaciones.

Acuerdo salarial

En segundo término, la organización que preside José María Cuevas ha hecho constar que en 1989 es imprescindible algún acuerdo salarial, porque las reivindicaciones amenazan con ser mayores. Su cambio de actitud responde a que en 1987, ya sin el AES, había muchos acuerdos por dos años, en la mayoría de los cuales se pactaba para el primero el 5% de inflación prevista, y para el segundo (1988), el 3% de IPC previsto más uno o dos puntos. Así, en el presente año, aparte de que era menos necesario un acuerdo salarial porque el 40%. de los salarios estaba ya pendiente de la revisión pactada el año anterior, los trabajadores acogidos a estos convenios han tenido incrementos salariales del 4% o 5%, mientras que han visto subir un 6% o 7% los salarios de quienes no habían firmado por dos años. En conclusión: habrá una tendencia a endurecer la negociación y a limitarla a un año, sobre todo ahora que se considera desbordado el 3% de objetivo de inflación. Según fuentes de la CEOE, los empresarios piensan que si resisten las crecientes reivindicaciones salariales, habrá más huelgas. En caso de no ceder a estas presiones, los salarios podrían seguir la línea de aceleración registrada durante los dos últimos años y plantear problemas de incompatibilidad con la política económica del Gobierno, y en concreto con el objetivo de inflación, de forma que lo que ganarían con dicha actitud lo perderían por otros lados.El tercer eje argumental de la CEOE para defender la necesidad de acuerdo se centra en que la economía española necesita ahora pensar en estrategias. de largo alcance ante el gran reto que supondrá la creación del mercado único a partir de 1992. "Un objetivo de tanta envergadura", según las fuentes consultadas, "sólo podrá ser abordado satisfactoriamente desde una concertación social basada en la convergencia de esfuerzos".La demanda de un acuerdo social por parte de la patronal fue explicitada el pasado viernes nada más conocerse al aumento del 1,3% en el índice de precios al consumo de julio, cuando declaró en una nota que "el Gobierno debería buscar un consenso social para desarrollar una actividad económica coherente y sin conflictividad".

José Folgado, director del departamento de Economía de la confederación patronal, añadía en el comunicado que "está en peligro el sostenimiento del actual ritmo expansivo de la actividad económica y, por consiguiente, la creación de empleo, que durante los últimos años se ha visto beneficiado por la aceleración de la economía española".

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