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La policía asalta el coche de los secuestradores

Uno de los secuestros más espectaculares ocurridos en la República Federal de Alemania (RFA) concluyó ayer en una dramática operación a tiros en una autopista de Bonn. La policía capturó, después de 55 horas y 700 kilómetros de persecución transnacional, a través de la RFA y Holanda, a los dos atracadores de un banco de Gladbeck que la víspera habían secuestrado un autobús. En el asalto final al BMW puesto a disposición de los delincuentes por la policía holandesa murió una de las dos rehenes que llevaban consigo.

El balance del secuestro es de tres muertos: la rehén que falleció ayer en el asalto policial, identificada sólo como Silke B.; un joven italiano de 15 años, Emanuele de Gioorgi, asesinado de un tiro en la cabeza por los secuestradores; y un policía que murió en un accidente de tráfico mientras perseguía a los hundidos. En el asalto policial que acabó con el secuestro fue gravemente herida la otra rehén, mientras resultaban heridos de menor gravedad los dos secuestradores y una cómplice que les acompañaba.La odisea comenzó el pasado martes al asaltar, a las ocho de la mañana, dos hombres armados y encapuchados una sucursal del Deutsche Bank en la localidad de Gladbeck. Los bandidos -Hans Juergen Roesnar, de 31 años, y Dieter Degowski, de 32-, al verse rodeados por la policía, tomaron como rehenes a dos empleados. Durante todo el día, los malhechores negociaron con la policía, a través de un periodista. Pasadas las nueve y media de la noche, los dos bandidos y sus dos rehenes subieron a un coche que la policía les había facílitado, junto a 420.000 marcos (unos 26 millones de pesetas) y se dirigieron hacia Bremen.

La policía afirma que desde esa hora hasta la tarde del miércoles perdió la pista de los secuestradores, que habían cambiado de coche en varias ocasiones durante su huída. A las 17.30 horas del miércoles, los delincuentes asaltaron en Bremen un autobús urbano con 30 pasajeros, en el que siguieron hacia Hamburgo. En el trayecto, los bandidos mataron de un tiro en la cabeza a un joven italiano de 15 años, durante una parada en una estación de servicio, donde la policía capturó a la cómplice de los bandidos -Marion Loeblich-, aparentemente la novia de uno de ellos, que se les había unido en Bremen. Pero ante las amenazas de los secuestradores, la policia liberó a la detenida.

Para entonces habían sido liberados cinco pasajeros del autobús, además de los dos empleados del banco tomados corro primeros rehenes. Los bandidos y los pasajeros secuestrados siguieron en el autobús hacia Osnabruck, aí suroeste de Bremen, y de alli continuaron hacia la frontera holandesa, eruzando el puesto de Poppe y llegando a la ciudad de Oldenzaal a las doce y medía de la madrugada. Durante el seguimiento y persecución de los bandidos, un policía murió en un accidente de tráfico.

Liberación y regreso

A las cinco de la madrugada, dos mujeres y cuatro niños fueron liberados y, media hora después, la policía aparcó un BMW 735i, gris metalizado. junto al autobús. A las 6.30 horas, informa desde Amsterdan Isabel Ferrer, y, tras liberar al resto de los detenidos, entre ellos una familia tamil y cinco niños, el BMW desapareció camino de Alemania. En el interior, los secuestradores llevaban todavía con ellos a dos jóvenes alemanas de 18 años.Los secuestradores y las dos muchachas rehenes se dirigieron a Colonia, en cuyo centro peatonal pasaron toda la mañana de ayer, con las pistolas cargadas y ofreciendo declaraciones a los periodistas, mientras decenas de curiosos les observaban desde los alrededores.

Desde Colonia, a las 13.00 horas, los dos bandidos se dirigieron hacia Francfort, llevando con ellos a las dos rehenes, a la cómplice, y a un periodista, el subdirector del periódico sensacionalista Express, Udo Roedel, que se ofreció a viajar con ellos y fue arrojado del coche ellos poco después. Pasado Bonn, el grupo antiterrorista de la guardia fronteriza federal GSG-9 entró en acción, embistiendo al BMW con un Mercedes de gran cilindrada.

Un testigo presencial dijo que media docena de agentes uniformados, protegidos con cascos y chalecos antibalas, salieron del vehículo y se liaron a tiros con los bandidos. Dos minutos después, los policías sacaron ensangrentados los cuerpos de los cinco ocupantes del coche. Una de las rehenes había muerto, la otra está gravemente herida y se teme por su vida. Los dos bandidos y su cómplice resultaron levemente heridos.

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