Controladores de Madrid, Valencia y Alicante se unen a la huelga convocada para fin de mes

Los controladores aéreos de Cataluña presentarán hoy la solicitud legal de huelga para los próximos días 27 y 30 de agosto y 3 de septiembre, tras no haber llegado a acuerdo alguno con la Dirección General de Aviación Civil. También los controladores de Madrid, Valencia y Alicante decidieron ayer en asamblea unirse a la huelga, oponiéndose al planteamiento negociador de la ACECA (Asociación Confederal Española de Controladores Aéreos), organización de la que ya se han escindido los controladores catalanes. En Canarias, Palma de Mallorca y Santiago de Compostela se celebrarán hoy y mañana asambleas para decidir si secundan el paro. Manuel Mederos, director general de Aviación Civil, anunció ayer que se adoptarían servicios mínimos y todas las medidas posibles para paliar el caos aéreo.

El director general, de Aviación Civil, Manuel Mederos, declaró ayer en Palma de Mallorca que esperaba que "los controladores de Barcelona recapacitaran sobre su decisión de ir a la huelga y que se dieran cuenta de las tremendas repercusiones económicas y de imagen que supondría un paro aéreo durante la última semana del mes de agosto para la industria turística balear".Mederos realizó estas declaraciones en el aeropuerto de Palma, Son San Juan, pocas horas después de que el comité ejecutivo de la Asociación Sindical de Controladores Aéreos de Cataluña (ASCAC) confirmara su postura de convocar una huelga para los días 27 y 30 de agosto y 3 de septiembre. La protesta, justificada fundamentalmente por divergencias económicas entre los controladores y la Administración, paralizaría por completo el tráfico balear y ocasionaría serios problemas en la red aérea europea.

Diálogo abierto

El director general de Aviación Civil reconoció que el anuncio de la huelga había "sorprendido" a la Administración, pero que a pesar de ello continuaban abiertos al diálogo y a la negociación. También añadió que "el aumento de 100.000 pesetas lineales que persiguen los controladores barceloneses es una cifra innegociable" y comentó su extrañeza de que los convocantes de esta huelga no quisieran reconocer públicamente que "ése es el aumento que desean alcanzar a través de este tipo de presiones, ante las que no cederemos".Un portavoz de los controladores catalanes aseguró ayer que ellos nunca han cuantificado el aumento y que éste se halla directamente relacionado con las posibilidades de Hacienda. Según la misma fuente, es el propio Mederos quien nos valora, pero nosotros no lo hemos hecho, nunca hemos dado cifras concretas". La cifra que usualmente manejan los controladores para cuantificar sus pretensiones es la de 20.000 pesetas mensuales como media para todo el colectivo.

La reivindicación central de los controladores catalanes es el denominado complemento por servicios especiales, una gratificación procedente de la época en que estos trabajadores dependían del Ministerio del Aire y que el Ministerio de Transportes dejó de abonarles en 1979. Los controladores reclamaron ante las distintas Magistraturas de Trabajo y las sentencias de dichos tribunales fueron contradictorias. Por esta razón, los controladores de Aragón y Baleares, que ganaron el pleito, perciben el complemento, mientras el resto no lo hace. El pasado mes de marzo la Magistratura de Barcelona sentenció que 24 controladores de El Prat tenían derecho a este complemento, en contradicción con una sentencia del Tribunal Supremo que concedía la razón al Ministerio de Transportes, y en la que apoya sus argumentos la Dirección General de Aviación Civil.

El responsable nacional de la aviación civil, Manuel Mederos, comentó ayer que "los controladores de Barcelona han olvidado que son funcionarios públicos, que se deben a un servicio público y que deben respetarlo". El sueldo medio mensual neto de un controlador aéreo barcelonés es, según Manuel Mederos, de 170.000 pesetas, extremo éste confirmado por los controladores que, sin embargo, matizaron que esa cantidad correspondería a un controlador casado, con un hijo y tres trienios, además de plus de productividad. Si la huelga se lleva a cabo, "causará un caos enorme en las Baleares y en todo el continente y las consecuencias pueden ser graves en todos los aspectos", comentó Mederos, el ingeniero aeronáutico canario que está al frente de Aviación Civil desde hace tres años. Mederos adelantó que si la huelga se realiza, la administración exigirá el cumplimiento de los servicios mínimos y pondrá en funcionamiento todos los recursos a su alcance para reducir el caos.