"Callaos, cerditos, callaos"

Mississipi Blues, el último filme de Parrish, codirigido con Bertrand Tavernier, tiene su origen en otro filme de cuatro minutos y estructurado en seis planos, realizado por miembros del Center For The Study Of Shotítern Culture, de la Universidad de Mississipi, que luego ha sido promotor de Mississipi Blues. Parrish explica el corto: "En el primer plano aparece un granjero negro que sale de su casa y grita 'hush, hoogies, hush' (onomatopeya de 'callaos, cerditos, callaos'; en el segundo, vemos 150 cerdos durmiendo y que,al oír el grito, se levantan todos para ir a comer, excepto tres, que se dirigen hacia el granjero; en el tercero, el granjero les dice 'recemos', y los cerditos cruzan las patas delanteras; en el cuarto, el granjero recita la oración de Gracias; en el quinto, un cerdito se levanta y se escapa corriendo. El granjero le grita 'Eddie, vuelve aquí'; en el sexto y último plano, el cerdito vuelve y el granjero le alecciona, 'todavía no hemos terminado'. El cerdito vuelve a cruzar las patas y el granjero reza: 'Amén'".

Parrish explica que se quedó fascinado cuando vio el corto: "Era lo más bonito que jamás hubiera visto". A partir de este entusiasmo -entusiasmo que llegaron a compartir todos los franceses del equipo técnico, que hasta entonces habían trabajado en el campo de la publicidad- se consiguió organizar el rodaje del documental sobre la cultura del Sur norteamericano. "Tavernier tenía la obsesión de conocer mejor a Faulkner, de modo que fuimos en busca de su rastro". Del ánimo de los profesionales y de la buena disposición de todas las gentes del Sur surgió un documental que refleja la mirada estupefacta del europeo, que es Taverníer, conducida de la mano plácida deParrish.