La semana grande del cante de las minas
El cante de las minas vive su semana grande de todos los años, como en las últimas 28 ediciones del festival en La Unión. Queda la final de los concursos de cante y guitarra, y el fallo del jurado que sancionará a los mejores. El trofeo Lámpara Minera, cuya dotación económica es de 250.000 pesetas, es lógicamente, el más codiciado.La velada más emotiva fue la del homenaje a Pencho Cros, maestro de los cante mineros, quien en los últimos meses pasó momentos críticos a consecuencia de dos operaciones de corazón y ahora se halla en Madrid a la espera de ser intervenido de nuevo.
Fue algo así como una cumbre de los cantes de Levante, puesto que actuaron nada menos que cinco ganadores de la Lámpara Minera (Macareno, Camiero, Manolo Romero, Encarnación Fernández y el Gaditano), más dos especialistas (Paco Rabadán y Eloy Cortés), y en calidad de invitado Chaquetón. Todos ellos dedicaron sus cantes a Pencho, el amigo y compañero a quien el infortunio impidió estar presente la noche en que él más lo hubiera deseado.
Hubo emoción a raudales, y cante bueno, malo y regular. Lo más relevante fue el gran triunfo de Chaquetón, quien actuaba en La Unión por primera vez. Pese a que no tuvo un buen acompañamiento de guitarra, peleó el cante en una hermosa lección de maestro.
La gran gala
La noche grande del cante fue la del miércoles, en la gala flamenca en que actuaron algunos de los primeros nombres del flamenco actual. El Pele, José Mercé y Chano Lobato tuvieron un éxito sensacional. El Pele estuvo brillante, con esa voz suya que es sí misma pura música. Por alegrías mete un acento personal muy interesante, lo mismo que por bulerías, palo en el que logra ecos bellísimos al hacer en el son festero coplas de malagueñas y tarantos. Por siguiriyas hizo una extensa serie realmente grandiosa.Mercé, en su línea habitual, cantó con fuerza arrebatadora los estilos más frecuentados por él, desde los tientos al fandango. Prodigó su rajo, tan gitano, logrando un nivel de calidad realmente importante. Mercé está cantando mucho este verano, y se afirma como uno de los cantaores favoritos del público. Lo mismo que Chano Lobato, quien empezó en un tono un tanto apagado, pero que a partir de la malagueña del Mellizo pegó un tirón de emoción y jondura que enloqueció a la audiencia.
Antes Manuel de Paula había cantado correctamente, pero no logró emocionar. José Menese tampoco redondeó una buena actuación. En el baile, Angelita Vargas, con su marido y su hijo, hicieron la soleá y la bulería de siempre, con el buen cante atrás de Rafael Fernández. Las guitarras de Manolo Franco, Manuel de Palma, Merengue de Córdoba y Manuel Amador, excelentes. El jueves actuó la compañía de baile español de María Rosa.
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