Felipe González confía en que a Revilla "no se le encuentre muerto"
El presidente del Gobierno, Felipe González, expresó ayer su confianza y su creencia en que "no se encuentre muerto" al industrial Emiliano Revilla, secuestrado por un comando de ETA Militar el pasado 24 de febrero. González reconoció que no había novedad alguna sobre el secuestro en una breve conferencia de prensa que concedió ayer en Palma de Mallorca después de despachar durante una hora con el rey Juan Carlos en el palacio de Marivent. "Preferimos, además, mantener cierta discreción y no hacer comentarios", añadió el jefe del Ejecutivo en relación con este caso.Respecto a las conversaciones de su Gobierno con la organización terrorista, Felipe González se limitó a manifestar: "Mantenemos nuestra posición tal y como la he descrito en los últimos meses; por consiguiente, no ha habido ningún cambio de postura, y no quiero hacer más comentarios sobre este tema".
El presidente del Gobierno abordó otros temas en su comparecencia ante los informadores, y uno de los más ampliamente tratados fue las negociaciones del nuevo convenio con Estados Unidos. González declaró que los pequeños problemas que frenan la redacción final del nuevo tratado "se derivan fundamentalmente de una concepción que cambia". "Hasta ahora, Estados Unidos había tenido unos derechos como arrendatario de un terreno, y eso ahora ha desaparecido; las bases son bases españolas, y su utilización será conjunta", recalcó.
Otra de las cuestiones que el presidente trató en su entrevista con el Rey, según el mismo González, fue el colapso casi generalizado que están sufriendo varios aeropuertos españoles, particularmente el de Palma. El jefe del Ejecutivo insistió en la idea de que "en Europa hay una sobresaturación" en el tráfico aéreo y habló de las soluciones que se están barajando a nivel continental.
Tras regresar desde Palma a Madrid, Felipe González mantuvo una entrevista en el palacio de la Moncloa con el ministro del Interior, José Luis Corcuera. Fuentes de la Moncloa aseguraron que el encuentro no obedecía a ningún asunto urgente en particular.
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