El mercado común de cerebros
Frecuentemente oímos hablar del reto que se nos va a presentar en 1993, cuando nuestraí incorpo ración al Mercado Común sea plena. Se habla de la agricultura, la industria, los servicios, etcétera. Pero hay otra actividad en la que los europeos podrán competir libremente en nuestro suelo: la planificación y realización de las numerosas empresas técnicas por titulados bien entrenados en la práctica, empresas en que des cansa el progreso científico y técnico de un país y de las que se deriva su bienestar. Hace algunos años llamábamos la atención en este mismo periódico sobre la penuria de vocaciones experimentales en ciencia y técnica, debido, entre otras cosas, a que en el bachillerato se suele enseñar una fisica fría, teórica, sin que cada lección se apoye con sencillas experiencias del tema que se trata de comprender, para luego utilizar. Estas enseñanzas, básicas en el momento actual, son dadas en otros países por fisicos de vocación interesados en la descripción fisica del universo y no sólo en su formulación matemática.Recientemente, al decidir el traslado del MEAC al Centro de Arte Reina Sofía, se ha comentado la mala ubicación y las pocas posibilidades del edificio actual para un museo de arte. Se olvida que este edificio fue proyectad o y construido para Museo de la Ciencia y de la Técnica, dentro de la Ciudad Universitaria, para facilitar a los estudiantes la experimentación de estas disciplinas. Todos los países adelantados tienen uno o más centros de este tipo para que los jóvenes entiendan las leyes naturales y se llusiorien en aplicarlas en beneficio de la humanidad.
Resulta evidente que si se devolviera este edificio a su destino inicial y se le dotara adecuadamente se prestaría un gran servielo al país, dando facilidades para que se pongan de manifiesto vocaciones experimentales, quizá ahora ahogadas en un exceso
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de pizarritis.-
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