16 mandos militares argentinos, investigados por su vinculación a un caso de extorsión

El jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra argentino, general José Caridi, ha ordenado que "pasen a disponibilidad" -que permanezcan sin destino fijo hasta que se decida retirarles de las filas- 16 oficiales superiores a los que se investiga por su vinculación con un caso de extorsión y con la rebelión golpista del teniente coronel Aldo Rico del pasado enero.

Entre los encausados hay por lo menos cuatro tenientes coroneles y un ingeniero militar que estaba a punto de cumplir una "misión en el exterior".Un hilo del intrincado bordado golpista quedó suelto la noche del 14 de junio pasado, cuando la policía detuvo al comandante Héctor Ferrer en el momento que recibía los 5.000 dólares exigidos al empresario Jorge García Nanni para "dejarlo tranquilo". Estaban ambos en el umbral del edificio donde vivía el capitán retirado Jorge Antinori, a quien se le requisaron armas y documentación. Entre esos papeles había varias cartas escritas por el mayor Jorge d'Amico, detenido en el penal militar de Magdalena -junto con Aldo Rico- por sublevar a la compañía de Ingenieros que comandaba en enero. La juez María Servini de Cubría decidió entonces revisar la celda de D'Amico.

El comandante fue alertado del procedimiento policial, pero en lugar de quemar los papeles como le ordenaron, resolvió cortarlos en pequeños trozos y los ocultó dentro de una bolsa de residuos. La paciente tarea de la juez permitió reconstruir el rompecabezas de unas listas que incluían más de 150 nombres y apellidos de militares y civiles. Entre ellos estaban los 16 oficiales que acaban de ser pasados a "disponibilidad" mientras continúa la investigación.

El pasado jueves, por la misma causa, Caridi había ordenado también el relevo del mayor Danilo Campos, jefe de la compañía de comunicaciones que se encuentra bajo la jurisdicción del Tercer Cuerpo en la provincia de Córdoba. En total son más de 50 los oficiales en activo que figuran en las listas.

El recurso de la "disponibilidad" permite al general Caridi quitarle el mando de las tropas a los oficiales mientras se los investiga. Luego se les aplica sanciones disciplinarias y, por último, la Junta de Calificaciones del Arma los considera "ineptos para continuar en el grado". Ésta es razón suficiente para que el jefe de Estado Mayor pueda decidir la baja o el retiro.

En esa situación -de disponibilidad- se encontraba el mayor Héctor Ferrer desde que fuera relevado de la jefatura del Escuadrón de Comunicaciones Blindado ubicado en la ciudad de Paraná por adherirse a la rebelión que encabezó Aldo Rico.

Por su parte, el capitán Antinori, también detenido por la policía, tiene graves antecedentes. En 1971 integró una célula de ultraderecha que atentó contra la Asociación Israelita de la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires.

'El Indio'

Apodado El Indio, fue dado de baja del Ejército, al que se reincorporó amparado en la ley de amnistía de 1973. Antinori recuperó su grado, pero en 1975 pasó al retiro. Se reconoce como miembro activo de la tenebrosa Triple A, la Alianza Anticomunista Argentina que fundó José López Rega, ex ministro del Gobierno que presidía la viuda de Perón. Durante la dictadura participó personalmente en el secuestro y la tortura de cientos de personas.