Un Maquiavelo de Pontevedra
Xosé Luis Barreiro, un ex seminarista licenciado en Filosofía y Ciencias Políticas, se ha convertido en apenas diez años en uno de los políticos más controvertidos de España. Lector apasionado de Maquiavelo, Santo Tomás de Aquino y Aristóteles, sus seguidores más fieles y sus enemigos acérrimos coinciden en que posee una capacidad dialéctica fuera de lo común y que es hábil, astuto y, sobre todo, ambicioso, tremendamente ambicioso. Una ambición que le ha llevado a protagonizar la más asombrosa operación de transfuguisno político desde la restauración democrática en España.Xosé Luis Barreiro nació hace 39 años en Forcarei, Pontevedra. Hijo de una familia humilde -su padre era cartero-, estudió con los jesuitas en la universidad de Comillas, donde se licenció en Filosofía y Ciencias Políticas.
Tras su vuelta a Galicia, y después de impartir clase durante algunos meses en la UNED, entró a trabajar en la sede de Alianza Popular de Pontevedra por un anuncio que leyó en la prensa. Encargado en principio de cuestiones de estrategia, poco a poco fue comprometiéndose más en el trabajo interno del partido. En 1979 representó ya a AP en las negociaciones para la redacción del estatuto de autonomía, y en 1981 encabezó la candidatura allancista por Pontevedra a las elecciones autonómicas
En el primer Gobierno autónomo, presidido por Gerardo Fernández Albor, fue nombrado conselleiro de Presidencia. La primera crisis del gabinete le permitió asumir también la vicepresidencia. Apoyado en la debilidad del presidente Fernández Albor, logró reunir casi todo el poder en sus manos. Ejerció en la práctica de primer ministro y se responsabilizó directamente de construir la nueva administración gallega.
En las elecciones de 1985 AP no consiguió la mayoría absoluta. El 30 de octubre de 1986 Barreiro intentó el crimen perfecto: forzar la dimisión de Fernández Albor poniendo sobre la mesa su renuncia y la de otros cinco conselleiros. Lajugada resultó fallida.
A los pocos meses dejó también AP y creó un fugaz partido, la Unión Demócrata Galega junto a otros cuatro ex díputados conservadores. No tardó mucho en entrar por la puerta grande en Coalición Galega, un partido galleguista y de centro fundado dos años atrás y que inmediatamente le nombró secretario general. Durante el pasado verano negoció con PSOE y Partido Nacionalista Galego la presentación de una moción de censura que en el mes de septiembre logró descabalgar al Gobierno de Alianza Popular. En el nuevo Ejecutivo, presidido por el socialista González Laxe, Barreiro volvió a ser vicepresidente.
El día de su toma de posesión un periódico gallego titulaba en su primera página "el hijo del cartero también llama dos veces".
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