Críticas por el escaso control en la Jonquera
La frontera franco-española de la Jonquera (Gerona) es uno de los puntos preferidos por los traficantes internacionales para introducir la droga en el resto de Europa debido a su gran permeabilidad, según manifestaron ayer a este diario fuentes gubernativas. Según las mismas fuentes, sólo tres de los 2.500 camiones que aproximadamente cruzan cada día la frontera en dirección a Francia son examinados a conciencia por la Guardia Civil. La frontera tiene, además, otros dos controles ordinarios, referidos a los bajos de los camiones y al peso de la carga que son fácilmente sorteados por los traficantes, según las mismas fuentes.La policía no puede realizar un control mediante rayos X de las cargas de los camiones frigoríficos -utilizados normalmente por los traficantes- dado que las normas de la Comunidad Europea (CE) lo prohíben para evitar deterioros de los alimentos. Para paliar este problema, el programa de investigación Eureka de la CE financia en la actualidad un proyecto que permita la aplicación de rayos a los productos alimentarios, informa Albert Montagut.
Asimismo, los responsables de la lucha contra la droga en Barcelona confían en que a partir de este momento las policías de los países a los que iba dirigido el hachís detengan a otros implicados.
La droga estaba destinada preferentemente al mercado de Francia, República Federal de Alemania, Reino Unido y Holanda. Concretamente, miembros de la mafia local de este último país eran los encargados de transportar en camiones TIR el hachís desde el escondite descubierto en Lloret de Mar hasta los distribuidores del resto de Europa, según la versión policial. Este sistema ya fue utilizado anteriormente para el tráfico de droga. En 1986, René Cannavaggio, hermano del mafioso detenido el lunes, Jacques Cannavaggio, fue arrestado en Niza cuando regentaba una empresa de camiones TIR.
El empresario Jordi Pascual Llorens, detenido en la misma operación y al que se encontraron 1.800 kilos de hachís en su masía de Maranet (Gerona), ya había sido detenido en enero de 1981, acusado también de tráfico de droga. Pascual fue condenado en 1982 a seis años.
Los seis detenidos acusados de pertenecer a la red de traficantes de hachís desarticulada en la Costa Brava pasarán hoy a disposición judicial.
[Por otro lado, la policía detuvo anoche en Pineda de Mar (Barcelona) a otra persona presuntamente relacionada con la misma red de traficantes, informa la agencia Europa Press, que cita fuentes de la emisora Cataluña Radio].
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