Desconvocada la huelga de auxiliares de vuelo de Iberia

La huelga prevista para hoy por los auxiliares de vuelo de Iberia fue desconvocada a últimas horas de la tarde de ayer tras el principio de acuerdo alcanzado entre la dirección de la compañía y los sindicatos convocantes. Iberia tenía previsto no suspender ningún vuelo a pesar del conflicto, aunque sí reducir el número de las plazas y mantener al 45% de los tripulantes de cabina cumpliendo los servicios mínimos.

La huelga convocada por los tripulantes de cabina de Iberia para los días 22, 29 y 31 de julio y 2 de agosto como medida de presión en la negociación del convenio colectivo fue desconvocada ayer tras lograr un principio de acuerdo la dirección de la empresa con los representantes de este colectivo de empleados que agrupa a unos 3.000 trabajadores entre fijos, fijos discontinuos y eventuales.Tras la desconvocatoria de la huelga que se hubiera iniciado a las cero horas de hoy, representantes de los sindicatos CC OO, UGT y SIPCPLA continuaron negociando las condiciones del preacuerdo.

El Ministerio de Transportes había decretado de cara a esta huelga unos servicios mínimos que contemplaban la reducción de la capacidad comercializable de los aviones "con objeto de ampliar el acceso al ejercicio del derecho de huelga a un más amplio número de trabajadores". La compañía había anunciado que de los 1.490 tripulantes de cabina de pasajeros que deberían trabajar mañana, 620 tendrían que cumplir con los servicios mínimos. Para suplir la ausencia del 55% de la plantilla ausente estaba previsto que se suministrasen bolsas de viaje en aquellos vuelos donde estuviera incluída la comida, que en los de medio y largo recorrido no hubiera servicio de venta y en los de corto no se repartía prensa ni refrescos.

Comisiones Obreras, UGT y SIPCPLA, sindicatos convocantes de la huelga, habían manifestado su disconformidad por estos servicios mínimos que consideraban excesivos por lo que pensaban recurrir la orden en caso de no haber llegado a un acuerdo.,

Las propuestas que mantenían las centrales suponían la cancelación de vuelos internacionales, mientras que se respetaban los nacionales y los de carácter urgente.