El español 'idioma oficial' de Dukakis
El español puede convertirse en el idioma oficial de una eventual presidencia de Michael Dukakis. La convención demócrata de Atlanta se abrió el lunes con un "¡Buenas noches, mis amigos!" pronunciado por la estrella de la sesión inaugural: la tesorera de Tejas Ann Richards. Dukakis habla castellano, aprendido en Perú, y el candidato a vicepresidente, LLoyd Bentsen, nacido en un pueblo tejano pegado a México, junto al río Grande, maneja a la perfección el idioma.El uso repetido del español por los demócratas demuestra una inescapable realidad electoral: en Tejas, Florida y California, el voto de los hispanos puede ser decisivo para llevar a la presidencia a Dukakis. El Gobernador de Massachusets cuyo único vicio conocido es el café, tiene una afinidad cultural más con lo español. Tras fumar la pipa de la paz con Jesse Jackson, tuvo tiempo de echarse una siesta con su mujer, Kitty, a las tres de la tarde, en la cama de dos por dos metros de su suite.
Es uno de los detalles que desveló ayer la aspirante a primera dama en su columna diaria en el diario USA Today. Para el Servicio Secreto, Duke es Panda y Kitty, Peso. Su marido, que arrastra una, al parecer bien merecida, fama de roñoso, ha sugerido que les cambien los nombres, ya que la despilfarradora familiar es Kitty.
Gary Hart, que según muchos pudo ser presidente de no haber sido por su obsesión sexual, también se ha pasado al periodismo. Está trabajando para una cadena de televisión italiana y para la cadena de periódicos norteamericana Scripps Howard. El hombre que se jugó su carrera política en una noche loca con una modelo de Miami, asegura que está encantado con los italianos porque le entienden. En Atlanta es un auténtico paria, y los demócratas no han contado con él para dirigirse a la convención como lo harán los otros rivales de Dukakis en las primarias.
Ésta es la primera convención de la historia política norteamericana en la que está prohibido fumar en la sala. Se acabó la imagen de los politicastros fumando puros y negociando a espaldas de los electores. Manda la televisión: los oradores no pueden excederse un minuto de lo programado, porque hay que meter los anuncios. Y las luces del polideportivo Omni se encienden y se apagan a discreción de los productores de la caja tonta, para filmar bien los aplausos, enfocar a los delegados de Guam, territorio norteamericano del Pacífico, con sus sombreros de piel de plátano y sus guayaberas hawaianas, o para buscar las lágrimas en el rostro del indio navajo o los espectaculares sombreros de cabeza de burro luminoso que dan color a la transmisión.
Después de Jimmy Carter el lunes, anoche actuó de telonero el hijo de John Fitzgerald Kennedy, John Jr., que presentó a su tío, el senador Edward, quien trató de encender a la audiencia con el viejo evangelio del liberalismo intervencionista clásico demócrata, que Dukakis pretende sustituir por un reformismo light. A pesar de todo, los republicanos insisten y han producido unos anuncios para televisión que atacan al Duke como despilfarrador del dinero del contribuyente y defensor de los derechos de los homosexuales.
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