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GENTE

Plácido Domingo

ha dado una nueva muestra de la plena capacidad de su caja torácica caminando tres kilómetros por la Gran Muralla de China, en una marcha que dejó extenuados a la mayoría de sus acompañantes y a algunos equipos de televisión que trataban de darle caza. El tenor llegó el viernes a Pekín para cantar en el Gran Palacio del Pueblo, el martes y miércoles próximos, la Antología de la Zarzuela, espectáculo dirigido por José Tamayo. Durante el paseo de ayer, dos camarógrafos de una emisora privada de televisión sufrieron un mareo debido a la ardua caminata y al bochornoso calor estival. Mientras tanto, Domingo recibía elogios por su impecable forma física. La presencia del tenor y de la compañía de zarzuela en Pekín se debe a un programa de intercambios bilaterales hispano-chinos. Las entradas para los espectáculos, cuyos precios oscilan entre los 5 y los 100 yuanes (la última cantidad representa aproximadamente el salario mensual de un funcionario local), se están vendiendo rápidarmnte. El público chino ha dado siempre pruebas de fidelidad al género operístico, en cualquiera de sus variantes.

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