Los pilotos del SEPLA

Como piloto de transportes (comandante de DC-9 de Iberia) y como integrante del sindicato de pilotos, querría puntualizar ciertos aspectos del artículo que en la página 52 de su diario del 4 de julio vertió el copiloto de Iberia Manuel Ramos García, que a su vez ostenta el cargo de secretario de la sección sindical de tripulantes técnicos de UGT.Está claro que este compañero no sabe interpretar o confunde los conceptos, a juzgar por lo que escribe. Dice en el artículo que la característica principal de los integrantes del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) es el hecho de ser considerados como personal de confianza de una empresa pública. Debo decir que en el SEPLA, además de pilotos de empresa pública los hay de Hispania, Air Europa, Canafrica, Air Truk, Audeli, LAC, Mach Avíation, LTE y un largo etcétera que no son compañías públicas. Por otra parte, ese personal de confianza a que alude son sólo los comandantes y no los demás pilotos insertos en el sindicato. Cuando dice también que los pilotos del SEPLA dan la confianza a sus dirigentes sindicales se debe referir a los pilotos de Iberia y a los delegados sindicales de Iberia, y no al resto de los pilotos que integran el sindicato, pues es con Iberia con la que se está negociando el convenio.

Es mentira, y con eso llamo mentiroso a Ramos, que el SEPLA esté regido por una disciplina castrense, por ser militares la mayor parte de sus integrantes. La inmensa mayoría de los integrantes del sindicato somos pilotos civiles. La disciplina es norma de. todo sindicato. ¿Acaso no la hay en UGT? Posiblemente la de este sindicato sea más férrea que la del SEPLA. La razón de la fuerza, a la que alude en su artículo, la están empleando absolutamente todos los sindicatos al plantear un conflicto, pues es precisamente la fuerza, que no la violencia, la que hace fuerte (valga la redundancia) a un sindicato. ¿No actúa así UGT? Lo que ocurre es que el SEPLA ha empleado la fuerza de la razón en sus planteamientos, y nunca la violencia como hacen la mayoría de los sindicatos.

Dice Ramos que la huelga de 1984 tuvo un carácter político y fue un pulso con el Gobierno. Eso es una infamia, por ser incierto y por tratar de remover, para calentar el ambiente, algo muy doloroso ya olvidado. Toda huelga es un pulso, o con la compañía o con el departamento ministerial del que depende. El pulso fue con la compañía y con el Ministerio de Transportes, y no con el Gobierno. Si Ramos considera que un pulso con un ministerio convierte la huelga en política, entonces todas las de UGT y CC OO lo han sido, con el agravante de ser éstos sindicatos políticos.

Es absolutamente falso que se nos haya incrementado el sueldo en un 30%. Con esta falacia Ramos trata de enfrentar a los diferentes estamentos de Iberia. Yo pido a este señor que lo demuestre y que, ya que está de acuerdo con lo que él dice que nos han aumentado, devuelva ese supuesto 30% a Iberia cada mes para no perjudicar a los demás trabajadores. Es muy fácil hablar sin ser consecuente con lo que se dice. Debo recordar que el aumento global de 1987 fue del 5,8% más el 0,74% sobre el total en dos pagas (febrero y agosto), como objetivo de calidad y por niveles.

No es cierto que la dirección de Iberia sea débil, como él dice. No puede ser débil una dirección que ha conseguido reflotar la compañía en tres años y convertirla en una de las más saneadas de Europa.

En cuanto a la sentencia del Tribunal Central de Trabajo, que sí conocemos, nadie dice que no se cumpla ahora. Lo que no se ha estado cumpliendo últimamente son los pactos posteriores-

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vier Recarte Casanova.