'La niña de sus ojos'
Adolfo Conde, socialista, alcalde de San Sebastián de los Reyes desde las primeras elecciones municipales democráticas, en 1979, quiere tanto a su nieta única que no tiene reparos en afirmar que antes de renunciar a ella prefiere renunciar a la alcaldía. Al menos tres veces por semana aprovecha el trayecto que realiza a su despacho en el coche oficial para dejarla en una guardería municipal cercana al ayuntamiento. Paula, de tres años, vive con él, pero debido a sus ocupaciones sólo llega a verla dormida cuando regresa a casa. "Por eso la llevo conmigo. Es el único momento del día que puedo disfrutar de ella. Además me coge de camino", dice.Una madrugada eran tales los lloros de Paula que llamó a la patrulla de la Policía Municipal que estaba de servicio para que comprara un chupete en la farmacia de guardia más cercana. "Lo hice como un especie de favor personal", afirma el alcalde, "y sólo una vez".
Conde, que no tiene coche propio, entiende que su cargo requiere una dedicación de 24 horas. "Para ello necesito una infraestructura mínima, como es un coche con teléfono, con el que poder estar siempre en contacto con los problemas del municipio. El coche es una herramienta de trabajo". Afirma Conde que en sus desplazamientos de fines de semana a su casita en Guadalajara -"que hice con los ahorros de Alemania"- él mismo conduce el coche para que descanse Basilio, el policía asignado a alcaldía.
Los concejales socialistas han advertido en repetidas ocasiones a su jefe de filas que su desmedido cariño por la nieta única no está del todo bien. "No es muy ético, pero hay que entender que es humano. La niña tiene tres años, y hay motivos familiares para que Conde la tenga un cariño especial", afirman.
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