133 días mirando a la puerta
El ambiente en la casa (te la familia Revilla permanece invariable desde que aceptaron que el secuestro ¡ba a prolongarse. "Ahora no querernos hablar, sólo deseamos verle entrar por la puerta", señalaba ayer la familia, que cumplen hoy 133 días de espera.La mujer del empresario contestaba ayer a las insinuaciones de un conocido, que le aseguraba que su marido no iba a tardar en llegar más de cuatro días: "Me conformaría con que fueran ocho", señaló.
Han esperado hasta superar el récord de un secuestro, y han visto como el empresario no llegaba a tiempo para celebrar su sesenta cumpleaños.
Desde las cinco hasta las siete de la tarde de ayer una decena de amigos y familiares solicitaron la entrada al domicilio de¡ industrial a través del policía que custodia la portería del número 3 de la madrileña plaza de Cristo Rey, para interesarse por el alcance de la últimas noticias que se producían en Francia.
Antonio y Carmen Revilla estaban trabajando mientras que la hija mayor del industrial, Margarita, la inu er del periodista Jesús Álvjarez, permanecía al lado de su madre. Juanto a ellos, tres telefónos y una televisión enchufada.
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