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Contra los ladrones 'de cuello duro'

La policía instruye a sus agentes en cursos monográficos sobre la delincuencia fínanciera

El auge de la delincuencia llamada de cuello duro -estafas y otras operaciones financieras fraudulentas- ha movido a la policía a organizar varios cursos de especialización en delitos contra entidades financieras. Los bancos y otras sociedades afines denunciaron durante 1987 fraudes por un montante de casi 1.300 millones de pesetas. Las relaciones de los estafadores con los traficantes de droga o el blanqueo de dinero negro son algunos aspectos nuevos a los que la policía pretende hacer frente desde ahora.

Treinta inspectores de policía españoles han seguido durante los últimos tres meses el primer curso de especialización en investigación de hechos fraudulentos contra entidades bancarias, realizado en Madrid. Esta delincuencia de cuello duro ha experimentado un auge en nuestro país, aprovechando la complejidad de los mecanismos mercantiles."La mayoría de los delitos", dice un funcionario de la Comisaría General de Policía Judicial, "están basados en la negociación de eurocheques, cheques de viajes y utilización fraudulenta de tarjetas de crédito". Pero las estafas relacionadas con letras de cambio y transferencias bancarias, así como la creación de sociedades y bancos fantasmas, son otras de las argucias de estos chorizos de altos vuelos.

Los bancos españoles denunciaron el año pasado haber sido víctimas de 2.259 estafas, por un montante global de casi 1.300 millones de pesetas. "Pero esta cifra es muy baja y no responde a la realidad", afirma un experto, "ya que estas entidades no suelen informar a la policía por miedo a que su imagen comercial resulte perjudicada por la difusión de los fraudes que sufren".

Sociedades falsas

Uno de los delitos en alza, según señalan fuentes policiales, se basa en la constitución de sociedades anónimas que actúan como intermediarias financieras. Estas empresas ofrecen la posibilidad de comprar títulos a menor interés del señalado por un banco determinado. Después, con la complicidad del director de una oficina bancaria, éste ingresa el dinero en una cuenta abierta con carné falso. Consumado el golpe, el dinero es evadido al extranjero.Otra de las modalidades fraudulentas es la creación de los llamados bancos fantasmas, consistente enfundar un banco con un nombre parecido a otro que exista en la realidad. Los delincuentes emiten después cheques, que hacen efectivos en entidades financieras españolas.

El pago de cheques bancarios de forma instantánea, que actualmente se hace comprobando el saldo de la cuenta, y no la firma del emisor del documento, supone una laguna de la que se aprovechan los estafadores. Por lo general, cada uno de estos fraudes es de poca cuantía, pero en su conjunto suponen una auténtica sangría económica, según fuentes policiales.

"Las técnicas y procedimientos fraudulentos", comenta el especialista policial, "son infinitos y están en continua evolución". La complejidad de este tipo de casos hace que sean muy difíciles de investigar por la policía, pero ésta reconoce que no podía permanecer impasible ante la reiteración de asuntos como los de Rumasa, Sofico, Banca Catalana y otros de gran resonancia social.

Entre los 30 inspectores que han seguido el curso que ahora termina hay varios que pertenecen a brigadas de estupefacientes. La explicación es sencilla: la policía quiere dar un paso más en la investigación del narcotráfico y no quedarse en la detención de los camellos. Se pretende bucear en los negocios que giran en torno a la droga, en el lavado de dinero negro y en las técnicas económicas utilizadas para la financiación del narcotráfico.

Según fuentes policiales, algunos grupos antidroga contarán desde ahora con la estrecha colaboración de inspectores especializados en delitos económicos, . ante la sospecha de que el dinero obtenido con las estafas es invertido después en el negocio de los estupefacientes".

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