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El Vaticano informará a todos los obispos católicos sobre el cisma de Marcel Lefbvre

Francesc Valls

ENVIADO ESPECIAL La Santa Sede enviará dentro de unas semanas un Libro Blanco sobre el cisma de Ecône a todos los obispos católicos. Esta información trascendió ayer de la reunión que los prelados suizos mantuvieron en Lucerna con el cardenal Josef Ratzinger, precepto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y hombre fuerte del Vaticano en el proceso de negociación con el arzobispo integrista Marcel Lefebvre.

La locuacidad de la jerarquía helvética contrastaba ayer con el silencio que el prelado excomulgado Monseñor Marcel Lefbvre mantenía en su feudo suizo.El prelado cismático se negó a hablar con los informadores, con bastantes malos modales, mientras su segundo, Franz Schmidberger, manifestaba que no hay cisma, ni excomunión, ni nada, porque el derecho canónigo prevé el estado de necesidad, situación en la que se encuentra la iglesia en este momento".

Los integristas de Ecône preparan su respuesta a las excomuniones de Roma. Un destacado miembro de la integrista Fraternidad San Pío X declaró: "Las comidas hay que tomarlas no muy calientes; la respuesta vendrá cuando el clima sea más templado".

Las cosas deben estar bastante al rojo ya que el obispo español Alfonso de Galarreta, canceló las entrevistas que tenía comprometidas durante la mañana de ayer y que previamente habían sido solicitadas y confirmadas.

No falta quien asegura que el flamante obispo integrista no está demasiado convencido con su reciente ordenación episcopal, que junto a las tres restantes consagraron definitivamente el cisma.

Los prelados católicos suizos, a pesar de lamentar la ruptura, agradecen que de una vez se haya producido lo que venía siendo la crónica de un cisma anunciado. Ayer era nuevamente fácil hablar con los miembros de este episcopado a quien Roma había pedido silencio hace tres semanas.

Funerales de Von Balthasar

Los obispos helvéticos se habían concentrado en Lucerna con motivo de los funerales del teólogo Urs von Balthasar, que debía ser nombrado cardenal en el consistorio que se ha celebrado esta semana en Roma.A los funerales asistió el propio Ratzinger, así como el cardenal Lehmann, presidente del episcopado alemán, que también hizo pública recientemente una nota sobre Lefebvre de características más suaves que la que redactara el cardenal de Courtray, presidente de los obispos franceses.

Las conferencias episcopales lamentan el cisma pero agradecen haberse sacado de encima la indecisión que gobernaba entre la Iglesia católica y la Fraternidad San Pio X que inspira el arzobispo integrista.

La Santa Sede estuvo informada minuto a minuto de lo que sucedía el jueves pasado en la carpa-templo de Ecône, gracias al episcopado suizo. La información fue tan puntual y eficaz que el Vaticano hizo pública la excomunión de Lefebvre y los cuatro obispos consagrados a las 13.30 horas, cuando la ordenación había terminado, pero hora y media antes de que la ceremonia concluyera.

Problema de fondo

Las ganas de aclarar las cosas con Ecône siempre han presidido la actuación de los obispos helvéticos. No en vano Henry Schwery, presidente del episcopado, manifestaba el pasado 9 de junio que el cisma real ya se había prácticamente producido, porque el problema no era de liturgia sino de fondo."Nosotros estamos a la espera de un acontecimiento que será de todas formas una desgracia", manifestó entonces el obispo Schwery.

[El papa nombró ayer prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos al cardenal español Martínez Somalo].

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