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Amedo gastó 27 millones entre 1985 y 1987 de dos de sus cuentas, según el Consejo Bancario

El subcomisario de policía José Amedo Feuce gastó entre finales de 1985 y 1987 más de 27 millones de pesetas sólo en dos de sus cuentas que tenía abiertas en el Banco Español de Crédito en Lugo y en Bilbao, según el informe del Consejo Superior Bancario enviado al Juzgado Central número 5 de la Audiencia Nacional, que investiga la conexión de policías e instituciones con los GAL.

El juzgado investiga también otras tres cuentas que el policía tenía abiertas en La Banque National de Paris, la Caja Postal y el Banco de Vizcaya, en Madrid, donde obviamente el subcomisario debió de mover otras cantidades de dinero. Asimismo, según un informe del casino de San Sebastián, el subcomisario de Policía compró entre 1984 y 1987 fichas de juego por valor de más de quince millones de pesetas. Fuentes próximas al caso consideran "evidente" que los gastos del policía rebasan enormemente el nivel de vida de un subcomisario que gana poco más de 200.000 pesetas al mes. Dichas fuentes opinan que existen indicios racionales suficientes para creer al menos que Amedo utilizó indebidamente fondos reservados.

Las mismas fuentes destacan las coincidencias de fechas entre las importantes libranzas de dinero de los bancos con las fechas de los atentados cometidos por los GAL en el sur de Francia.

El director del Banesto de Lugo, Ramón Mariño Álvarez Neira, ratificó ayer al juez Baltasar Garzón que el policía José Amedo, implicado en las acciones de los GAL por la justicia francesa, abrió la cuenta el 7 de octubre de 1985 con un ingreso de quince millones de pesetas en metálico. Compró un bono del Tesoro, lo que hizo suponer al director del banco que sería una cuenta sin movimientos puesto que al hacer esa inversión se obtiene un buen rendimiento al ser a plazo fijo, mientras que si existen disposiciones anticipadas y frecuentes como en una cuenta corriente los intereses detraídos son altísimos.

El director del Banesto de Lugo explicó al juez que se trataba de una cuenta "muy complicada", ya que son abiertas por los clientes para no realizar movimientos. Amedo pagó por ellos alrededor de un millón de pesetas.

Contradicción

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Sin embargo, esa extraña circunstancia tiene su explicación. El banco está obligado a notificar a Hacienda la apertura de las cuentas corrientes normales o regulares, mientras la entidad está exculpada de esa obligación cuando se trata de un cuenta especial como la abierta por Amedo con un bono del Tesoro.El padre del subcomisario, también policía, declaró al juez que la cuenta abierta en Lugo contaba con los ahorros de toda su vida y que él estaba informado asiduamente de los movimientos de la cuenta por sus visitas a la entidad y los estadillos que le enviaba la sucursal. Esto que explicó el padre de Amedo ante el magistrado ha quedado en cuestión, puesto que el director del Banesto informó ayer al juez que éste jamás fue a informarse de los movimientos de dicha cuenta y la entidad tampoco pudo enviarle estadillos de sus movimientos puesto que nunca se hace con este tipo de cuentas.

El subcomisario Amedo no sólo contaba con cuenta en el Banesto de Lugo -quince millones gastados en algo más de un año-, sino en el Banesto de Bilbao, que abrió el 12 de diciembre de 1985 y donde en menos de dos años gastó otros doce millones de pesetas.

El juzgado que investiga las conexienes con los GAL tiene constancia de otras tres cuentas del policía presuntamente implicado con esta banda terrorista. Se trata de la 0201000572-6 de la Banque National de Paris, la Caja Postal y una sucursal del Banco de Vizcaya en el barrio madrileño de Argüelles.

Por otra parte, el portavoz del Gobierno, Javier Solana, afirmó ayer, tras el Consejo de Ministros, que el Gobierno está estudiando la respuesta al último oficio del juez Garzón sobre el destino de los fondos reservados.

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