Condenados a 25 años los autores de un atraco con rehenes en el Banco de Sabadell

La Audiencia de Barcelona ha impuesto 25 años de prisión a los tres atracadores, dos hombres y una mujer, que asaltaron la sucursal del Banco de Sabadell de la calle Creu Cuberta, de Barcelona, en octubre de 1986. Los atracadores retuvieron durante cerca de 10 horas a 15 personas, entre clientes y personal del banco. El atraco concluyó con la intervención de los Grupos Especiales Operativos (GEO).En la sentencia, dictada por la Sección Sexta de lo Penal de la Audiencia, se considera que los atracadores, Domingo Pensado Álvarez, Juan Miguel Molina Burgos y Julia Dolores Rivero, cometieron los delitos de robo frustrado, atentado y tenencia ¡lícita de armas. El tribunal no ha estimado la petición formulada por la acusación particular de detención ilegal.

Los atracadores entraron a las 13.30 horas del 10 de octubre de 1986 en la entidad bancaria y cuando se disponían a salir observaron la presencia de policías en el exterior. A partir de ese momento, los asaltantes se hicieron fuertes en el interior del banco y mantuvieron conversaciones con las fuerzas de seguridad y con los medios de comunicación exponiendo una serie de exigencias para salir de la sucursal. Los ahora condenados requirieron la presencia del gobernador civil, Ferran Cardenal, y que se les facilitara un microbús para huir. Entrada ya la tarde, dejaron salir a las mujeres que se encontraban en la sucursal, momento que fue aprovechado por la procesada Rivero para intentar confundirse con las rehenes, objetivo que no logró.

Operación policial

Al cabo de unas horas, los atracadores efectuaron varios disparos y afirmaron que habían matado a un rehén. Asimismo, pidieron a la policía dos gramos de heroína y jeringuillas. Finalmente, a las 23.30 horas los GEO asaltaron la sucursal y detuvieron a los dos atracadores que permanecían en su interior con los rehenes.El tribunal no ha estimado la existencia de una eximente de la responsabilidad por la adicción a las drogas, alegada por los procesados, al entender que los acusados no tenían sus facultades volitivas transtornadas por la necesidad de obtener dinero para comprar droga, ya que en su domicilio se encontraron 2.500.000 pesetas en efectivo. Asimismo, la sentencia rechaza que la mujer pudiera obrar coaccionada por su compañero sentimental, Domingo Pensado.