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Neus Soldevila soborno a policías ecuatorianos para que destruyesen sus antecedentes en Quito

Neus Soldevila sobornó a funcionarios de la policía ecuatoriana para que hiciesen desaparecer todas las diligencias abiertas en Quito a Montserrat Ferrer González -identidad falsa de la fugitiva de la justicia española- tras su detención por venta de esmeraldas falsas. Según fuentes cercanas al caso, el soborno fúe de 400 dólares en metídico (unas 47.000 pesetas).

Los agentes sobornados, según las mismas fuentes, pertenecen a la Intendencia de Ecuador, organismo policial que hace las veces de secretaría de los juzgados, a cuya disposición pasan todos los presos preventivos. Neus Soldevila pasó siete días en la cárcel de mujeres de Quito tras su arresto.Los agentes ofrecieron a la fugitiva tres posibilidades sobre el final de las diligencias abiertas contra ella: su archivo, su desaparición o su pérdida. La segunda fue la escogida a cambio de cerca de dos millones de sucres, unos 400 dólares.

En total, la liberación de Neus Soldevila ha costado 1.300 dólares (unas 150.000 pesetas), de los que 900 fueron pagados a la joyería Terranova de Quito, como indemnización por la venta de cinco esmeraldas falsas que la fugitiva -bajo la identidad de Montserrat Ferrer- realizó el pasado día 6. En concreto, la joyería recibió 750 dólares, y el abogado contratado por el establecimiento otros 150. Con la desaparición de los atestados y diligencias policiales, Neus Soldevila queda limpia de antecedentes desfavorables en Ecuador.

El letrado Luis Miguel Lozano Ruano, que trabaja en el bufete del abogado español José Emilio Rodríguez Menéndez y ha defendido a Neus Soldevila en Quito, está convencido de que la fugitiva ha sido estafada en Ecuador, ya que las cinco esmeraldas falsas le fueron vendidas por un proveedor no habitual. "No se puede decir de Neus que sea una experta en esmeraldas, aunque lleva ya dos años en ese negocio", dijo el abogado. Fuentes cercanas al caso han señalado, no obstante, que, independientemente de que las piedras preciosas fueran falsas o no, lo que es indiscutible es que su introducción en diversos países suramericanos -como la fugitiva ha hecho en diferentes ocasiones- es ¡legal y está conceptuado como contrabando.

Neus Soldevila, de 45 años, huyó de la justicia española en octubre de 1986, aprovechando la concesión del régimen abierto en la, prisión barcelonesa de Wad-Ras, donde cumplía una condena de 28 años de cárcel por inducción al asesinato de su marido, Juan Vila Carbonell.

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