PIayas vestidas de azul

Ciento seis playas españolas han resultado galardonadas este año con la bandera azul de la Comunidad Europea (CE), que reconoce la calidad de sus aguas y servicios. En 1987, 67 playas ya obtuvieron el distintivo. Sin embargo, desde muchos sectores sociales se critica la ligereza con que han sido otorgadas ante las deficiencias que se observan en varias playas premiadas. Frente a esta situación, algunas zonas del litoral tienen un alto nivel de contaminación.

La Fundación para la Educación Ambiental Europea (FEEE) organiza el proceso de concesión de la bandera azul sobre la base de las candidaturas presentadas por los municipios costeros. La FEEE está formada por expertos del Consejo de Europa que cuentan con el reconocimiento de la Comunidad Europea (CE). El responsable español de la campaña Bandera azul de los mares limpios de Europa, José Ramón Sánchez Moro, asegura que el jurado español "no presenta a ningún impresentable". De común acuerdo con los respectivos Ayuntamientos, nueve banderas azules de 1987 han sido retiradas este año, como las de las playas de la Barceloneta (Barcelona) o Samil, en Vigo.A su juicio, la playa barcelonesa ha sido "víctima de su propia preocupación de mejora". "En el estado actual de las obras", señala Sánchez Moro, "se ha preferido, de común acuerdo con el Ayuntamiento, no presentar la candidatura". El pasado verano, la playa de la Barceloneta sufrió una invasión de ratas tras una fuerte tormenta que saturó las alcantarillas, pocos días después de haberse hecho entrega de la bandera azul.

"En relación con la playa de Samil, se ha decidido no presentar la candidatura este año", añade el representante español de la FEEE, aunque la playa, "se encuentra en un estado impecable, excepto en las inmediaciones de la desembocadura del río Lagares". En este último tramo se observan abundantes vertidos industriales.

"El creciente interés por obtener la bandera azul europea, al margen de su utilidad ambiental y ecológica, tiene su base en el prestigio turístico y en sus repercusiones económicas", asegura Sánchez Moro, quien considera que al mismo tiempo se produce "un efecto unificador europeo y un incremento de la calidad de vida de los habitantes de las zonas costeras".

De las diez comunidades autonómas con litoral, nueve -con la única excepción de Cantabria- han presentado este año cerca de 170 candidaturas. Al misrrio tiempo, 27 puertos deportivos han recibido el premio por la calidad de sus aguas y sus equipamientos. La bandera azul ondea en cerca de 500 playas y en unos 100 puertos de la CE, desde que en 1987, Año Europeo del Medio Ambiente, comenzó la campaña. El año pasado, 67 playas y 13 puertos españoles obtuvieron la bandera azul, un galardón no exento de interpretaciones conflictivas.

2.000 kilómetros de playas

En España, sobre los casi 8.000 kilómetros de costa, una cuarta parte corresponde a playas. Según la FEEE, el interés por recibir el distintivo europeo de los 500 Ayuntamientos y 10 comunidades autónomas con litoral ha sido desigual. En el Mediterráneo se sitúan 83 de las playas con bandera azul, en tanto que en el Cantábrico y el Atlántico Sur 13 y 10, respectivamente. Sin embargo, algunas de las mejores playas españolas, como la de la Concha, en San Sebastián, no han recibido la bandera azul europea por no haber presentado su candidatura.

Comunidades autónomas que se nutren mayoritariamente del turismo nacional, como el País Vasco, con sólo una playa galardonada, en Gorliz (Vizcaya), o Cantabria, que no ha participado, contrastan con el interés que ha suscitado el premio europeo en la Comunidad Valenciana (45 playas con bandera) o en Cataluña (19), ambas con numerosos visitantes europeos.

Por comunidades autónomas se refleja el siguiente movimiento de altas y bajas en la concesión de la bandera azul europea: en Galicia, la playa viguesa de Samil no renueva la bandera de 1987, en tanto que se designan tres nuevas. En Asturias se mantiene la bandera de la playa de San Lorenzo, en Gijón, y se conceden tres nuevas en Villaviciosa, Luarca y Muros del Nalón; y en el País Vasco tan sólo la de la playa de Gorliz, por primera vez.

En Cataluña dejan de tener bandera las playas de la Barceloneta, y la de Europa, en Badalona, mientras que se designan 15 nuevas playas con derecho a ostentar la bandera azul. La playa de San Antonio de Ibiza retira su candidatura tras obtener el distintivo en 1987.

En la Comunidad Valenciana aparecen nueve banderas y se pierden dos, en las playas en Oliva (Valencia). En la región de Murcia se mantienen las dos playas que tenían bandera azul en 1987, en Cartagena.

En Andalucía se retira una, en Estepona (Málaga), y se incrementa en 12 el número de banderas. En Canarias se pierde la de las Teresitas, en Santa Cruz de Tenerife, y se conceden tres: playa de las Américas y de la Arena, en Tenerife, y la del Inglés en Gran Canaria. En el comité del jurado de selección nacional par ticipan representantes de las Administraciones central y autonómicas, y de institucionmes como la Universidad y la Cruz Roja del Mar.

Los Estados miembros de la CE tienen la obligación de informar a las autoridades comunitarias sobre el estado sanitario de sus playas. España, por el momento, tan sólo ha elaborado el informe de 1986. La descentralización de los controles sanitarios y de calidad de las playas, competencia de cada comunidad autónoma, ha traído como consecuencia que la información se recopile con criterios diferentes A partir de 1989, estos criterios dispersos se unificarán de acuerdo con los europeos.

La directiva de la CE, sobre la calidad de las aguas de baño, de 1976 es muy estricta en la evalua ción de las categorías de salubridad. Se asigna la categoría 0 (desaconsejada para el baño) a aquellas playas que no superan los mínimos sanitarios en un 5% de los análisis efectuados. Las playas de categoría 1, que cumplen con las normas obligatorias y las de categoría 2, que además incluyen servicios no preceptivos, son las únicas que pueden optar al galardón de la bandera azul europea.

Países como Portugal, con 80 playas con bandera azul en 1988 y Francia, con 110, destacan entre los más premidos por la CE.