Angola modera sus exigencias para la retirada de las tropas cubanas del país
Angola anunció el miércoles en Washington su disposición a negociar la retirada de las tropas cubanas actualmente estacionadas en su territorio sin exigir a cambio, como ha sido hasta ahora su postura, garantías de que EE UU va a suprimir su apoyo a UNITA, la guerrilla que dirige Jonás Savimbi y que lucha contra el Gobierno de Luanda. Estas declaraciones coinciden con la reanudación de las conversaciones en El Cairo sobre el conflicto en Angola y la independencia de Namibia.
La decisión de las autoridades de Luanda de desligar la retirada de los aproximadamente 45.000 soldados cubanos que actualmente se hallan estacionados en el país en guerra con Suráfrica se produjo al término de una serie de entrevistas en Washington entre una delegación encabezada por Pedro de Castro Van Dunen -número dos del Gobierno angoleño- y varios miembros de la Administración estadounidense, entre los que figuran el secretario de Estado, George Shultz, y el consejero para Seguridad Nacional de Ronald Reagan, Colin Powell.Shultz por su parte, declaró que EE UU está dispuesta a dar ayuda económica para facilitar el fin del conflicto en Angola. No hizo, sin embargo, ninguna alusión sobre una eventual suspensión de la ayuda militar -que el pasado año alcanzó los 15 millones de dólares- dada por la Admnistración de Reagan a la guerrilla de Jonás Savimbi, que lucha desde hace nueve años contra el Gobierno de Luanda. Savimbi llegó el mismo miércoles a Washington, donde se espera se entreviste la próxima semana con altos representantes de la Administración estadounidense.
Entre los funcionarios norteamericanos que expresaron su sorpresa ante este cambio de actitud por parte de Luanda se halla el secretario de Estado para Asuntos Africanos, Chester Crocker, que ayer viajó a El Cairo para participar, junto a representantes surafricanos, cubanos y angoleños, en la segunda conferencia, de paz sobre el conflicto en el Africa austral.
El ministro de Exteriores surafricano, Roelof Pik Botha, acompañado del titular de Defensa, Magnus Malan, llegó también ayer a El Cairo. El viaje es el primero que realiza un ministro surafricano desde el final de la II Guerra Mundial a Egipto, que condena la política antisegregacionista del régimen de Johanesburgo. Los dos países rompieron relaciones hace 30 años.
Esta reunión tiene como objetivo lograr un acuerdo sobre el conflicto de Namibia -territorio controlado por Suráfrica en contra de las resoluciones de la ONU a favor de su independencia-, así como la retirada de las tropas cubanas de Angola y es la continuación de la reunión cua tripartita que se celebró en Londres el pasado mes de mayo y a la que siguieron unos contactos entre Angola y Suráfrica en Birazzavile, la capital de Congo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.