Incipiente reacción técnica

Las bolsas siguen sin adoptar una actitud definida ante las incertidumbres de los mercados monetarios y, más en concreto, de los tipos de interés. La situación es lo suficientemente confusa como para que las expectativas internas se vean compensadas por las dudas del exterior. El máximo temor de los inversores se centra en una elevación de los tipos de interés en Estados Unidos, lo que provocaría una baja de la bolsa a ambos lados del Atlántico: la de un lado, mecánica, y la del otro, por simpatía.Al mismo tiempo se baraja una serie de posibilidades basadas en un nuevo recorte del precio del dinero por parte del Banco de España, y esta eventualidad tiene una fecha concreta: la de esta mañana, primer día de decena para el cómputo de las entidades bancarias. Las dos últimas bajas se han dado justo en esta fecha y, aunque ahora se plantean algunas dudas, son. numerosos los operadores que piensan que se impondrá la necesidad política sobre cualquier otro planteamiento.

El nivel del negocio ha sido similar al del martes, lo que pone en duda la fuerza de las tomas de posiciones que se prodigaron a lo largo de la sesión, sobre todo porque la barandilla más seria se mantiene fuera del mercado. Las bajas han sido más suaves ante la retención de las partidas vendedoras, a la espera de los resultados de la subasta de préstamos de regulación monetaria de hoy. Los inversores han aprovechado, sobre todo a última hora, para tomar algunas posiciones poco comprometidas, lo que le dio al cierre el aire de una incipiente reacción técnica, más por la existencia de un dinero que no sabe dónde colocarse que por la cuantía de las bajas acumuladas.