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Un duro en el Politburó

Egor Kuzmich Ligachov, el ideólogo del control

Pilar Bonet

Los intelectuales partidarios de liberalizar el sistema le tienen por enemigo. Los defensores de la disciplina y los puntos de referencia sólidos ven en él una tabla de salvación. Los primeros quieren que abandone el control de la ideología y la Prensa; es más, así creyeron, gozosos, que había sucedido en abril. Los segundos desean que siga vigilando la fidelidad a los principios, y quién sabe, a lo mejor, hasta que se haga cargo del timón si Mijail Gorbachov pierde el rumbo de la perestroika. El objeto de estas pasiones es Egor Kuzmich Ligachov, de 67 años, siberiano robusto, de modales desacompasados y cabellera plateada que en abril de 1985, al ser nombrado miembro de pleno derecho del Politburó, era considerado hombre de confianza de Mijail Gorbachov. Su papel es fundamental ante la conferencia del PCUS que se inicia el martes.

Ligachov venía avalado por una larga experiencia en el aparato del PCUS. Se licenció como ingeniero en el Instituto de Construcción Aeronáutica de Moscú, en 1943, y trabajó después en Novosibirsk, y allí, en 1944, ingresó en el partido. Desde el Koinsomol (las juventudes comunistas) ascendió hasta el puesto de secretario de la región de Novosibirsk, que ocupó entre 1959 y 1961.Tras un paréntesis de cinco años en el Departamento de Agitación y Propaganda del Comité Central (en la sección dedicada a la república rusa), Ligachov pasó 18 años, entre 1965 y 1983, al frente del partido en la región siberiana de Toinsk.

A esa época debe su fama de luchador contra la corrupción económica, la indisciplina, el tabaco y el alcohol. Ligachov, dicen, ha llegado a despedir a algún subordinado por el simple hecho de fumar.

Dotado de gran capacidad de trabajo y organización, Ligachov inspiró al escritor Georgui Markov el personaje central de su novela Siberia, señalan fuentes moscovitas. Su amistad con Markov, hoy presidente de la Unión de Escritores, explica que Ligachov se molestase cuando la revista Ogoniok criticó al escritor, autor de libros de gran tirada en época de Breznev.

Ligachov tiene otros amigos entre los escritores conservadores. Uno de ellos, Piotr Proskurin, participante en la campaña que sofocó la voz crítica de la revista Novi Mir a principios de los setenta, fue condecorado a instancias de Ligachov.

Proskurin estuvo en la reunión de escritores rusos que por primera vez, en marzo de 1987, invocaron el nombre de Ligachov para controlar la glasnost ejercida por Ogoniok y Novedades de Moscú, las revistas más atrevidas de la perestroika.

La pugna con Yakovlev

Poco antes de que sonasen aquellas voces de alarma, Alexandr Yakovlev, el secretario del comité central responsable de propaganda y cultura, había entrado en el Politburó como miembro suplente. Con ello se intensificó la política de la glasnost o transparencia informativa y se hizo evidente la bipolaridad Yakovlev-Ligachov.

Con altibajos, y con Gorbachov como moderador, fluctuando entre los extremos, esta bipolaridad ha continuado hasta hoy. "Es como si hubiera dos comités centrales: uno autoriza y el otro prohíbe", afirmaba un intelectual.

Las diferencias de tono entre Gorbachov y Ligachov, secretario del comité central desde 1983 gracias al difunto Yuri Andropov, se advirtieron pronto.

No se trataba, dicen los expertos, de que Ligachov hubiera cambiado. Fue Gorbachov quien se distanció de su colega sin llegar por ello a romper la baraja. A Gorbachov no le importaba beber un vaso de vino, en tanto Ligachov mantenía su campaña antialcohólica contra viento y marea. Gorbachov hablaba cada vez más de introducir el mercado en la economía, la democratización en la política y la transparencia informativa en la sociedad, pero Ligachov destacaba el control y la disciplina y miraba la historia soviética como un éxito general con algún fallo en particular.

De vez en cuando, Ligachov se dejaba llevar por un fervor prorruso que hería otras sensibilidades nacionalistas soviéticas. En el haber de Ligachov estaba, no obstante, el haber dado luz verde a dos obras prohibidas: la película El arrepentimiento, de Tengiz Abuladze, y una película histórica del dramaturgo Mijail Shatrov. El equilibrio del primer equipo de laperestroika se mantu vo hasta finales del verano de 1987, cuando la glasnost y Liga chov entraron en conflicto.

Gorbachov se había aparta do del mundanal ruido para escribir un libro. Egor YakovIev, el director de Novedades de Moscú, publicó la necrológica del escri tor emigrante disidente Victor Nekrasov, muerto en París. Ligachov se enfureció y acusó a Egor YakovIev de hacer caso omiso de las instrucciones de Alexandr Yakovlev, por aquel entonces ya miembro pleno del Politburó. Egor YakovIev dijo no haber recibido ninguna ins trucción. "¿Me está llamando mentiroso?", le espetó Ligachov "¿Me está usted llamando men tiroso a mí?", contestó Yakovlev. Gorbachov tuvo que mediar en la disputa. Yakovlev siguió dirigiendo su revista.

En el futuro, tales situaciones se repitieron. Ligachov se opuso al encuentro de escritores soviétícos con escritores emigrantes disidentes en Copenhague. Gorbachov lo autorizó y personalidades como el historiador Yuri Afanasiev y el escritor Grigori Baklanov tendieron un puente hacia sus compatriotas exiliados en Dinamarca. Gorbachov, sin embargo, no pudo o no quiso salvar a Boris Eltsin, el jefe del partido en Moscú, quien dijo y dice en público lo que otros dicen en privado. A saber, que Ligachov se inmiscuía en su trabajo, y que la perestroika y Ligachov son incompatibles.

En ausencia de Gorbachov y Alexandr Yakovlev, Ligachov dio su apoyo en marzo a un artículo neoestalinista firmado por Nina Andreieva. Con tan buen aval, la agencia oficial Tass recomendó la reproducción del artículo y los periódicos soviéticos, con excepción de Novedades de Moscú, rechazaron los origi-

nales que polemizaban con la profesora.

A la vuelta del secretario general, Ligachov fue amonestado en el Politburó y Pravda desautorizó a Andreleva. Ligachov se excusó. Por lo visto, "no había leído bien el artículo".

Con los armenios disgustados por una intervención de Ligachov en Bakú y Boris Yeltsin presionando, Gorbachov tuvo que negar en público que Ligachov fuera a dimitir. "Gorbachov no quiere provocar una escisión en el partido", señalan los analistas divididos en tomo a los motivos del líder. ¿Una concepción civilizada del consenso o una cuestión de fuerza? Algunos medios creen que Ligachov no sólo tiene el apoyo del poderoso y organizado aparato del partido, sino también el del Ejército y el Comité de Seguridad del Estado (KGB).

Es dificil de comprobar, pero varios intelectuales, como Vital¡ Korotich, director de Ogoniok, el director de cine Egdar Riazanov y el filósofo Andrei Nulkin han tenido conflictos paralelamente con Ligachov y con la jerarquía del Ejército.

Un desconocido

"Ligachov es mejor que Mijail Suslov", piensan algunos soviéticos recordando al ideólogo de la era de Breznev, maduro ya, según los indicios, para las revelaciones post mortem. En Moscú han comenzado a circular rumores sobre una fabulosa herencia legada por este hombre al que se suponía ascético y alejado de los bienes materiales. Pocas cosas se saben de la vida personal de Ligachov. Las veladas sociales organizadas durante la reciente visita del presidente Ronald Reagan revelaron que la anciana esposa del dirigente habla muy bien el inglés y había sido profesora de esta lengua. Se rumorea que el padre de Ligachov fue perseguido en tiempos de Stalin y que Ligachov procede de una familia de Viejos Creyentes, los rígidos cristianos ortodoxos que se negaron a aceptar la reforma en el siglo XVII.

"Que no quede nada fuera del partido"

La siguiente es una selección de citas de Ligachov extraídas de sus discursos y entrevistas en los últimos tres años."El partido ( ... ) está poniendo en práctica la tesis fundamental de que no quede ni una sola organización, ni un solo trabajador fuera del control del partido" (artículo en Komunist, 1985).

"Por deseo popular se ha ¡niciado una lucha sin compromiso contra la bebida y el alcoholismo ( ... ). Todos deben ver claramente que ( ...) no es una campaña de corta duración" (op. cit.).

"Todos los programas de la televisión y la radio deben subordinarse a un fin, la propaganda, la explicación y puesta en práctica de la política del partido" (sesión en la Radio Televisión soviética, 1985).

"En la sociedad, la literatura y el arte han empezado a aparecer elementos de la cultura burguesa de masas ( ... ). En los periódicos y revistas se publican muchos materiales que reflejan las faltas del pasado. Algunos órganos de Prensa se pararon en esto. Sin embargo, concentrar la atención en lo negativo es sólo una parte de la verdad ( ... ). A veces se emprenden intentos de disminuir el papel dirigente de la dirección estatal en la esfera de la cultura" (Saratov, 1987).

"Estamos a favor de una mirada honesta y abierta hacia atrás, pero estamos decididamente en contra de la falsificación de nuestro glorioso pasado, contra la presentación de nuestra historia como una cadena de errores y desencantos". (reunión en la Radio Televisión soviética, 1987).

"En el secretariado del Comité Central del PCUS, cada secretario tiene su sector. En lo que a mí se refiere, presido las reuniones y, por demanda del Politburó, organizo el trabajo (... ). Con Gorbachov trabajamos de forma muy amistosa. ( ... ) no hay diferencia entre Gorbachov y Ligachov ( ... ) están en la misma longitud de onda" (Le Monde, diciembre 1987).

"La búsqueda y puesta en

práctica de nuevas formas y contenidos, creativos debe realizarse en el marco de la ideología comunista (Moscú, abril de 1988).

"Los enemigos en Occidente (y también algunos entre nosotros) alientan la idea de supuestas divergencias en la dirección soviética y el Politburó" (Togliati, 4 de junio de 1988).

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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