Destruida parcialmente la plantación de adormideras descubierta en Guadalajara

Operarios del Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona) destruyeron parcialmente ayer una plantación de adormideras en una finca de Yunquera de Henares (Guadalajara). La policía descubrió a principios de este mes que en dicho paraje había unas 30 toneladas de Papaver somniferum que, según las primeras investigaciones, no crecieron espontáneamente. La mayoría de las plantas, similares a unas amapolas blancas, estaban aún verdes y eso impidió su cremación.

La Brigada Judicial de Guadalajara había descubierto en años anteriores la existencia de plantaciones de adormideras en una comarca próxima a la capital. Actualmente, coincidiendo con la época de la floración, los mismos policías incrementaron sus investigaciones en la misma zona y así localizaron el extenso sembrado de Yunquera de Henares.Los inspectores que localiza ron la plantación ¡legal, diseminada en una extensión de tres hectáreas, lo comunicaron a la autoridad judicial y ellos mismos arrancaron a continuación unas cinco toneladas de plantas, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Ante la imposibilidad de destruir manualmente la plantación, los agentes solicitaron que empleados del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo procedieran a su fumigación con productos que ocasionasen la muerte de las adormideras. Esta operación fue realizada el pasado día 14. Técnicos del Icona acudieron ayer a Yunquera de Henares y prendieron fuego a las amapolas que habían sido arrancadas tiempo atrás por la policía. "Como estaban secas", comentó un portavoz de la Jefatura Superior de Madrid, "ardieron rápidamente y quedaron reducidas a cenizas".

Lanzallamas

Los operarios, provistos de una especie de lanzallamas alimentado con una mezcla de gasóleo y gasolina, trataron de prender fuego al resto de la plantación, pero no consiguieron su objetivo porque las adormideras estaban verdes. Ahora, tras fracasar la destrucción mediante el fuego, es previsible que la autoridad judicial ordene que las plantas opiáceas sean arrancadas y después quemadas, según fuentes policiales.La policía sospecha que las 30 toneladas de Papaver somniferum no crecieron de forma espontánea, sino que fueron sembrada por personas aún no identificadas. Los investigadores aseguran que la finca de Yunquera no está atravesada por ninguna carretera, por lo que es impensable que las semillas hayan sido perdidas por algún transporte legal, como suele ocurrir en las cunetas de las autopistas.

Los encargados de la Investigación han comprobado que ninguna de las adormideras presentaba las incisiones que suelen hacerse en las cápsulas de la flor para extraer el látex que posteriormente se transforma en opio La policía piensa que los cultivadores no habían realizado esta operación por considerar que todavía no era el momento más adecuado para la recolección.

Las plantas estaban diseminadas en una extensión de alrededor de tres hectáreas, entre cardos y trigales. Los desconocidos que realizaron la siembra posiblemente evitaron la concentración de las adormideras con objeto de que éstas pasaran desapercibidas. A pesar de eso, parece que la Guardia Civil ya había advertido la existencia de las amapolas de grandes flores blancas.