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La televisión europea, en la encrucijada

Organismos públicos y privados buscan soluciones a los problemas de multiplicidad y producción

"La televisión es demasiado importante como para dejarla completamente al arbitrio del mercado". Esta frase, pronunciada recientemente por el ex presidente de la República Francesa Valéry Giscard d'Estaing en calidad de presidente del European Television Task Force (Grupo de Prospectiva sobre la Televisión Europea), sitúa el debate que en estos momentos está abierto en varios frentes institucionales, empresariales y técnicos sobre el próximo futuro de la televisión en Europa.

El presente es ya demasiado sugerente: 32 canales de televisión por satélite pueden verse en estos momentos en Europa y se anuncia para noviembre el lanzamiento del satélite privado Astra, con capacidad para 16 nuevos canales, de los que Rupert Murdoch, australiano nacionalizado en Estados Unidos, ya ha reservado cuatro."Está claro que al comienzo del próximo siglo, es decir, dentro de 12 años, los cambios serán mucho más rápidos y el panorama de la televisión europea habrá cambiado considerablemente, con nuevos canales, más programas, diferentes servicios y diferentes organizaciones en la provisión de estos servicios", opina Giorgio La Malfa, secretario general del Partido Republicano italiano y director del European Television Task Force. Cuando esto suceda serán ya 350 millones de europeos los potenciales usuarios de los nuevos servicios de televisión.

Esta explosión de la tecnología, que permite multiplicar casi hasta el infinito el número de canales, ha producido algunos efectos importantes, como la salida y la conquista del mercado de la televisión por parte de las empresas privadas -generalmente grandes grupos de comunicación, encabezados por el ya citado Murdoch, Robert Maxwell, Silvio Berlusconi, entre otros...-, que ha roto, al menos en teoría, los tradicionales monopolios estatales. Hasta el momento, la mayoría de estos nuevos canales privados no ha resultado ser un negocio.

Producción propia

Al mismo tiempo que se producen estos avances, no se ha registrado un desarrollo paralelo en los servicios de teledifusión ni en la producción propia europea. Casi todos los organismos y especialistas coinciden en la afirmación de que fuera del Reino Unido, Italia, y en parte Francia, no existe una verdadera industria de la producción televisiva, lo que no permite iniciar la ruptura de la dependencia con Estados Unidos.

Éstos y otros problemas se encuentran planteados al menos en tres foros importantes de discusión. En primer lugar en el seno de las Comunidades Europeas, donde se discute la directiva sobre la televisión, que se ha quedado reducida prácticamente a una directiva sobre emisión de publicidad. Carlo Ripa di Meana, comisario de las Comunidades para Información, la Cultura y la Comunicación, ha dicho, representanto al presidente de la comisión, Jacques Delors, que debe considerarse en la directiva ante todo la libertad de distribución y recepción, pero al mismo tiempo la calidad de los programas.

El presente año, elegido por 24 Gobiernos como el año europeo del cine y la televisión -encomendado a la dirección de la parlamentaria europea Simone Veil-, está sirviendo también, con una serie de actos, de marco de debate sobre los problemas de la televisión. El segundo gran foro de debate público lo constituye el Consejo de Europa, que acaba de terminar la elaboración del texto que será aprobado por los ministros europeos en el mes de noviembre en Estocolmo. "Somos conscientes de que existen fuertes contradicciones políticas, económicas y técnicas en esta materia y que debemos intervenir cuanto antes para llegar a un acuerdo", ha señalado Peter Leuprecht, director de Derechos del Hombre del Consejo de Europa.

Frente privado

Otro tercer frente, más unido que los anteriores a los intereses privados, es abierto por el European Television Task Force (un grupo de instituciones, empresarios y profesionales de la comunicación promovido por la Fundación Cultural Europea y el Instituto Europeo de la Comunicación), que ha decidido esta misma semana crear un organismo -el Foro Europeo de la Televisión- que pretende convertirse con el tiempo en la autoridad no gubernamental que rija la televisión transnacional. Este grupo ha llegado a proponer la creación de un nuevo canal europeo por satélite.

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