Carlos Salinas: "Se acabó el régimen de partido único"
El candidato presidencial del PRI quiere convertir a México en una plena democracia pluralista
En los ratos libres que le deja una campaña electoral de nueve meses durante la que ha recorrido 130.000 kilómetros, Carlos Salinas de Gortari, el candidato del PRI a la presidencia mexicana, aprovecha para leer sobre las virtudes del cardenal Richelieu. Alguna de las enseñanzas del político francés le puede servir, desde luego, en los próximos seis años de Gobierno al hombre a quien la historia ha concedido, a sus 40 años de edad, el privilegio de evitar el naufragio de un sistema político que languidece.
Carlos Salinas parece haber aceptado el reto con decisión y con un amplio programa de transformaciones que conviertan a México en una plena democracia pluralista durante su más que probable mandato. "Yo he señalado", afirma, "que necesitamos una mayor democracia dentro del marco legal que tenemos, de la división de poderes; es decir mayor equilibrio en las relaciones del poder Ejecutivo con el Legislativo y el Judicial. He desechado la idea de un régimen parlamentario y he insistido en la necesidad de una presidencia fuerte democráticamente. También se necesita fortalecer más el poder legislativo y he señalado acciones concretas para lograrlo".Pero nada se puede cambiar en México sin transformar antes la principal maquinaria de poder de] país, el PRI. "Es inevitable la reforma del PRI", reconoce el aspirante a la presidencia.
Pregunta. ¿Sabe usted que le llaman el último emperador, que dicen que va a ser usted el último presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI)?
Respuesta. Sí, pero le aseguro que van a decir lo mismo dentro de seis años, de 12 y de 18, porque en la medida en que el PRI va a tener la capacidad para modernizarse, para transformarse ante la nueva realidad social y política que vive México, vamos a lograr permanecer democráticamente en el poder.
P. ¿Está usted hablando de acabar con el dedazo?
R. Yo no hablaría de dedazo, sino de procesos de diálogo más amplios con las bases del partido. La sociedad mexicana ha cambiado mucho, es más participativa, más crítica, mejor informada, y nosotros, dentro del partido, tenemos que responder a la nueva organización social que tenemos, porque nuestro propósito es mantenernos en el poder, pero por la vía democrática.
Salinas no acepta que el PRI tenga que abandonar el poder para demostrar que es democrático, "Yo no creo que ningún partido se prepare para la derrota ni que la eficacia de una reforma democrática se pueda demostrar porque un partido se autoderrote. Al contrario, yo estoy proponiendo una reforma al sistema
político mexicano, no para desaparecerlo, sino para fortalecerlo, pues es un sistema que ha permitido una transición pacífica del poder en los últimos 60 años. Es difícil encontrar un ejemplo similar, ya no digamos en América Latina, sino en la mayoría de las naciones del mundo'.
Centro progresista
La primera prueba de credibilidad para Salinas van a ser las elecciones. Se enfrenta en ellas a los dos principales rivales que nunca antes ha encontrado otro candidato del PRI: Cuauhtémoc Cárdenas, por la izquierda unida, y Manuel Clouthier, por la derecha del Partido de Acción Nacional (PAN). Salinas considera que esta disputa es saludable. "El hecho de que se hayan clarificado las posiciones de un extremo, la derecha, del otro la izquierda y nosotros en el centro progresista- permite gran claridad a los mexicanos para poder elegir y, en consecuencia, para manifestarse".
P. ¿Ésa es la nueva definición del PRI, centro progresista?
R. Hay una convergencia hacia el centro a nivel mundial. La encuentro en los países europeos, la encuentro en Estados Unidos, en la Unión Soviética, en China y en Japón. Nosotros, públicamente, hemos asumido una definición de centro progresista porque los ciudadanos no quieren cambios radicales ni quieren confrontaciones que implicarían el dominio por parte de uno de los extremos; sobre todo quieren libertad.
Asegura el candidato del PRI no estar preocupado por la posibilidad de perder votos en relación con sus antecesores en el cargo. "Lo que estoy buscando no es un récord numérico, sino un récord de credibilidad. Pero, simultáneamente, no tengo duda de que volveremos a manifestarnos como mayoría, no como régimen de partido único, que es lo que durante muchos años fue literalmente este país; pero mediante una elección limpia, transparente y convincente nos vamos a mantener como mayoría.
P. Es decir, que usted prefiere acabar con el régimen de partido único antes de ganar votos para el PRI.
R. No es que yo lo prefiera. Yo estoy haciendo lo posible por el mayor resultado en cuanto a votos. Pero estoy convencido de que México es una pluralidad. Nuestra nación tiene gran diversidad de regiones, de mentalidades y, en consecuencia, demanda la presencia de opciones. Y para la vida democrática de México, a mí me parece muy sano que existan estas tres opciones, dentro de las cuales nosotros nos mantenemos como partido mayoritario, pero no único.
Las encuestas más creíbles publicadas en los últimos días dan a Salinas alrededor del 55% de votos (Miguel de la Madrid obtuvo el 75% en 1982), mientras que Cárdenas y Clouthier se disputan el segundo puesto, con un 20% de votos cada uno. En opinión de los dos dirigentes de la oposición, Salinas no va a obtener la vitoria y el fraude está ya listo. Salinas le llama a esto "subcultura del fraude", porque "denuncian un resultado en el que saben de antemano que no van a alcanzar la victoria naciona".
Salinas afirma que no es capaz de garantizar que no se pueda producir un fraude, en cuanto que no sabe "cónio va a actuar la oposición". "Recientemente, en una elección de alcalde, se encontraron comportamientos irre-gulares por parte de un partido de oposición". Por lo que al PRI respecta, añade: "Yo he asumido públicamente un compromiso con la limpieza en el resultado electoral y no tengo ninguna duda de que obtendremos un triunfo mayoritario que, repito, no busca batir récords numéricos de otras elecciones, porque la propia realidad mexicana reclama una mayor pluralidad, pero sí nos mantendremos como partido mayoritario".
El problema de la deuda
Durante toda su campaña electoral Salinas ha evitado referirse personalmente a sus contendientes, pese a que éstos le hayan atacado duramente. "Yo aspiro a ser el presidente de todos los mexicanos, independientemente de su afiliación política", explica. Rechaza en todo caso la posibilidad de algún tipo de acuerdo poselectoral con la oposición. "Yo creo que las reformas nuestras son claras, reflejan el sentir de la mayoría de los mexicanos, y yo creo que la mayoría no se sentiría conforme con que después de haber dado su voto a nuestro partido empezáramos a formar propuestas que desecharon de las minorías".
Salinas tiene como objetivo básico en materia económica "consolidar el abatimiento de la inflación y, simultáneamente, iniciar una recuperación gradual, que no acelerada". Advierte a los acreedores de los 105.000 millones de dólares de deuda mexicana que "después de varios años de estancamiento, y con un millón de jóvenes que cada año reclaman nuevas fuentes de trabajo, el horizonte de México no puede ser el estancamiento". "Tenemos que volver a crecer", dice, "y vamos a volver a crecer, y si el servicio de la deuda impide la recuperación económica, no servimos la deuda".
P. ¿Cuál es la cantidad máxima que está usted dispuesto a pagar por el servicio de la deuda?
R. Yo lo que he señalado es que el mercado refleja un valor menor de la deuda mexicana de lo que ésta tiene de limpia. Mi propuesta es que México tiene que beneficiarse de ese valor descontado de la deuda. Es decir, ya que los mecanismos que los banqueros reconocen dicen que la deuda mexicana tiene un valor menor, nosotros tenemos que beneficiarnos de ella, y yo me propongo hacer efectivo ese descuento del mercado para reducir el valor de la deuda y, en consecuencia, abatir su servicio".
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