El 'jazz' se queda con el público de verano

El mes de julio traerá un gran número de actuaciones musicales e directo. Sucede igual todos los veranos -los famosos bolos-, pero lo que no es habitual es que gran parte de los conciertos vayan a ser protagonizados por el jazz. Tanto en su aspecto clásico como en el más innovador, julio va a ser un perfecto escaparate de las distintas corrientes que hoy en día dominan el mundo del jazz. Parte importante serán los festivales de jazz de Vitoria y San Sebastián.

El jazz vive actualmente una lucha de tendencias -posiblemente más centrada en la crítica que en los músicos- que, al margen de una mayor proyección popular, está ayudando a una mayor clarificación de este sonido. Por una parte, el jazz clásico, y por otra, la facción innovadora se encuentran en un punto en el que las conexiones entre ambas tendencias cada vez son más oscuras.Desde que Miles Davis sentara las bases de lo que se ha llamado primero jazz-rock, luego fussion, y ahora contemporary jazz, los movimientos más puristas no han dejado de escandalizarse. Es lógico que el jazz evolucione. De la misma forma que el rock ya no es sólo sonido Chuck Berry, el jazz tenía que beber, y lo ha hecho, en diversas fuentes -el propio rock, blues, pop, funk- y ha abierto el abanico de posibilidades de su sonido y ha devuelto la moneda a estos movimientos, siendo parte importante del éxito de artistas como Sade.

Como consecuencia directa de esa mayor abertura de miras -comercialización, que diría la parte tradicional-, el jazz contemporáneo se ha colocado en algunos países en niveles de ventas y capacidad de convocatoria que le han apartado del camino minoritario y así varios de los artistas más significados han sido contratados en nuestro país.

Innovadores

Los festivales habituales cuentan con dos programas perfectamente complementados, de tal forma que Vitoria representaría la faceta innovadora y San Sebastián la más tradicional. El 12 de julio Vitoria abrirá -no podía ser otrocon Miles Davis, que estará acompañado, una vez más, por una banda nueva. Tras él (días 13 y 14), dos músicos con gran capacidad de transformación: George Benson y Herbie Hancock. El primero gusta juguetear con suaves baladas pop, mientras que Hancock campa a sus anchas por el funk más bailable, aunque ambos variarán su repertorio para adecuarlo a su faceta más jazzera. El festival finalizará los días 15 y 16 con un Al di Meola cada vez más lejos del jazz tradicional -en sustitución del esperado Larry Carlton, tiroteado hace unas semanas por unos ladrones-, seguido de la banda de Steve Gadd, y el último día, el brasileño Milton Nascimento.San Sebastían cuenta también con un completo programa de corte tradicional con María del Mar Bonet-Manel Camp y Carlos Santana-Wayne Shorter, como excepciones más notables. El ciclo, desde el 19 al 25 de julio incluye a Carmen McRae, Gerry Mulligan, Wynton Marsalis, Art Blakey, Woody Shaw o Jan Gar barek como elementos más destacados.

Como complemento a estos festivales, una representación -que puede considerarse de lujo-, de fussion o jazz rock. Ante todo, el saxofonista David Sanborn, músico procedente del blues y con una de las carreras más eclécticas del movimiento, que incluye a Bruce Springsteen o The Eagles. Es una auténtica estrella en Estados Unidos. Y finalmente Yellowjackets (una de las mejores bandas de fussion), el versátil violinista Jean-Luc Ponty, metido tanto por la senda de la experimentación como por la del rock, y Chuck Mangione, dueño y señor del fliscorno y creador de la inolvidable banda sonora de la película Los hijos de Sánchez y de temas como Feel so good, que hace exactamente 10 años le situaron en la cresta de la popularidad.