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La Asociación de Colaboradores con las Presas dice que en Yeserías el 80% de ellas se droga

La Asociación de Colaboradores con las Presas (Acope) ha presentado un informe en el que denuncia la situación en la que viven las 500 mujeres que actualmente se hallan recluidas en la prisión madrileña de Yeserías. En el documento se asegura que alrededor del 80% de las internas son consumidoras de droga, la mayoría de las cuales utiliza las mismas 20 jeringuillas para inyectarse.Acope indica que las reclusas se drogan con heroína, hachis, cocaína y anfetaminas, sustancias que en muchas ocasiones están "muy adulteradas". La asociación dice tener conocimiento de que hay mujeres que se están administrando heroína del tipo brown-sugar, que en realidad son anfetaminas mezcladas con Nescafé o Cola-cao. En otras ocasiones se corta cocaína con rohipnol, lo que origina una mezcla especialmente peligrosa".

Otro aspecto preocupante para las personas que han realizado esta radiografía de la prisión de Yeserías es que para una población tan alta de drogadictas no hay más de 20 jeringuillas, que se alquilan o se venden a razón de 500 0 600 pesetas cada una. La utilización conjunta e indiscriminada de tales jeringuillas supone un alto riesgo de contagio de enfermedades como el SIDA o la hepatitis.

En la cárcel de mujeres de Madrid, según Acope, se vende el gramo de heroína a 30.000 pesetas y la cocaína a 15.000. El precio de cada papelina de estas drogas es de 1.000 pesetas, pese a su alto grado de adulteración, como demuestra que "de un gramo pueden obtenerse entre 70 y 80 papelinas).

La china de hachís, válida para un solo cigarrillo, se vende a 500 pesetas, pese a que tal sustancia "está adulterada con cera y resina", mientras que una pastilla de Rohipnol cuesta 500 pesetas y una de Buprex 700 pesetas.

El elevado grado de drogadicción hace que algunas reclusas hayan llegado a contraer deudas de hasta 600.000 pesetas. El intento por obtener dinero, según la Asociación, origina un mercado negro con la leche, el jabón, el mobiliario e, incluso, los pañales destinados a los hijos de las internas.

El informe denuncia la mala atención que se dispensa a los 30 niños, hijos de reclusas, que habitualmente hay en Yeserías. "Todos los niños", explica la asociación, "padecen continuos catarros, gripes, y bronquitis en muchos casos crónicos, favorecidos por las malas condiciones que reúne el edificio".

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