Francia e Irán reanudan hoy relaciones diplomáticas

Francia e Irán reanudan hoy sus relaciones diplomáticas, un año después de la ruptura total el 17 julio de 1987, cuando las legaciones de ambos países se hallaban cercadas por la policía y se cruzaban acusaciones mutuas de terrorismo. El anuncio se efectuó simultáneamente en París y Teherán y le seguirá próximamente el intercambio de embajadores. Según fuentes francesas, París no modificará su política respecto a la guerra Irán-Irak, una de las cuestiones origen de la ruptura.El compromiso de la reanudación de relaciones fue anunciado por Jacques Chirac, en su última semana como primer ministro y 24 horas antes de la segunda vuelta de la elección presidencial del 8 de mayo.

Las relaciones entre Francia e Irán, que habían mejorado con la llegada de Jacques Chirac al Gobierno en 1986, se deterioraron bruscamente con la desarticulación de una red de terroristas jomeinistas en París, y el hallazgo de un contacto, el intérprete Wahid Gordji, considerado como el jefe de los servicios secretos de Irán en Francia. Cuando el magistrado encargado del caso quiso interrogar al intérprete, que no contaba con inmunidad diplomática, Gordji se refugió en su sede diplomática, mientras las autoridades de Teherán aplicaban idéntico tratamiento a un diplomático francés.

La crisis se resolvió en noviembre, poco antes de la liberación de dos rehenes franceses en Líbano, los periodistas Jean-Louis Normandin y Roger Auque. Gordji y el diplomático francés fueron interrogados por la autoridad judicial y expulsados sin cargos a sus respectivos países.

Tres son los contenciosos entre París y Teherán: la deuda francesa con Irán, los suministros de armas al enemigo iraquí y la condena en Francia del comando dirigido por Anis Nacache, que intentó asesinar al ex ministro del sha, Sapur Bajtiar. A ello se añadieron el secuestro de ciudadanos franceses por grupos jomeinistas en Líbano y las dos oleadas de atentados callejeros que ensangrentaron París en primavera y otoño de 1986, atribuidos por la policía francesa a una red jomeinista.

Sólo una parte de la deuda ha sido pagada, los rehenes han sido liberados y los atentados han cesado, pero no existe ninguna prueba de que Francia haya realizado concesiones sobre los terroristas encarcelados ni que exista la posibilidad de un cambio en la política de suministro de armas al Gobierno de Irak.