Sonría ,por favor
Que todos tenemos los nervios de punta es cosa sabida, pero de tener los nervios de punta a ser mal educado va mucha diferencia. Viene esto a propósito porque en los últimos días, al llamar por teléfono, o me he confundido al marcar o el número ha salido mal. Lo cierto es que he establecidocomunicación con otro abonado distinto del que deseaba, cosa ajena a mi voluntad, pues las llamadas cuestan dinero. Una de las veces me dijeron al preguntar por la persona con quien deseaba hablar "que me fuera a la mierda"; en otra ocasión me preguntaron que "quién era la hija de p... que llarnaba", y en otra, sin llegar a estos extremos incalificables, los malos modos de la señora que descolgó el teléfono fueron evidentes. ¿No podríamos ser un poco más civilizados? Paquita Llorente.