Ortodoxia
Alejado de la más pura ortodoxia socialdemócrata (no ya de la socialista, que abandonó, hace tiempo), el Gobierno se dispone a agraviar, una vez más, a otro colectivo. Esta vez le toca el turno a los funcionarios-no jueces.Como persona que accede a la Administración en las mismas circunstancias que un juez, (cinco años de carrera y una oposición), me siento obligado a expresar mi indignación por la subida a 250.000 pesetas como mínimo de la mensualidad del titular de un juzgado. Y más ahora, dada mi condición de docente, al ver que el Gobierno niega sistemáticamente cualquier posibilidad de dignificar la educación y desprecia a los profesores, que le piden ganar mucho menos de la mitad de las asi 350.000 pesetas que le van a dar a un magistrado, puesto al que se puede acceder hoy día la mar de fácilmente, tras ser juez -cuatro o cinco años, a los veintipocos de edad.
En los pasillos de las oficinas, de los colegios, de los juzgados se nota un ambiente de descontento y crispación. Pero ¡ojo!, señor González: están ustedes colocando bombas de relojería en demasiados cuerpos de funcionarios.
Sin salirnos de la justicia, parece que se les ha olvidado que los jueces - son tan sólo un eslabón del sistema. El juez dicta las sentencias, pero hay otras personas que las copian, las notifican, citan a los testigos o dan fe de todo, es decir, personas que llevan el mayor peso del juzgado, audiencia o tribunal. Agraviados, los secretarios, oficiales, auxiliares, agentes e interinos se moverán. Leeremos las crónicas de una huelga anunciada. Vayan preparando el real decreto de servicios mínimos.-