Norteafricanos

Hace un par de noches salí a tomar unas copas a un disco-bar (llamado Decoy) en Alicante. Apenas llevaba allí un par de minutos cuando observé que se negaba la entrada a tres muchachos, en estado perfectamente sobrio y correctamente vestidos, de aspecto norteafricano. Acudí a interesarme por lo que sucedía y el camarero que les impedía el acceso al local me remitió al dueño. Éste me explicó que la prohibición de acceso a argelinos era muy generalizada en los locales alicantinos, que él mismo había tenido alguna vez algún problema con personas de esta nacionalidad y -por último- que su postura no era en absoluto racista, pues él no sólo impedía la entrada a su local a los argelinos, sino también a los marroquíes y, en general, a todos los moros. Ante este último argumento, que aproximaba decididamente a su autor a aquellos a quienes Borges llamaba "consanguíneos del caos" (mental), me pareció inútil seguir discutiendo.Tengo, sin embargo, la esperanza de que quizá no sea del todo inútil llamar la atención de las representaciones consulares de los países norteafricanos, a fin de que insten ante las autoridades españolas el cese de las humillantes discriminaciones que cotidianamente sufren sus nacionales en la democrática España.-