Impedimentos burocráticos y requisitos municipales retrasan la apertura de las terrazas de verano
Instalar una terraza de verano va a costar a cada uno de los 54 adjudicatarios seleccionados por el Ayuntamiento entre cinco y siete millones de pesetas. Pero, sobre todo, la instalación de la terraza veraniega está suponiendo a los concesionarios la realización de numerosos trámites para cumplir la nueva normativa, que lo mismo obliga a instalar evacuatorios que a hacer subterráneas las tomas de luz y agua o la conexión con el alcantarillado. Esta es la razón por la cual la mayor parte de las terrazas aún no ha podido abrir sus puertas, a pesar de estar ya en plena temporada.
Muchos adjudicatarios están sorprendidos ante lo que les cuesta este año montar el chringuito veraniego, que habrán de cerrar, de acuerdo con la nueva normativa municipal vigente, el 1 de octubre. Los presupuestos para la instalación de los quioscos se elevan a una cantidad que oscila entre los tres y los cinco millones de pesetas.A este coste de la instalación se suman, además, la acometida de la luz -cantidad que puede superar las 200.000 pesetas-, la del agua -una media en torno a las 100.000 pesetas-, la licencia fiscal -unas 25.000 pesetas-, la construcción de evacuatorios para llom bres y mujeres que unos pien san construir y otros alquilar -el alquiler supone unas 30.000 pesetas mensuales- y las tasas municipales para el ta pado de las calas del aguay del saneamiento. Asimismo, han de aportar una fianza del 3%, del presupuesto lo que puede supone entre 120.000 y 150.000 pesetas. La falta de normativa el año pasado no obligaba a realizar estos gastos.
Asimismo, los concesionarios deben pagar en las juntas de distrito, como en 1987, las tasas correspondientes por ocupación de la vía pública. La mayor parte de las concesiones se ha dado en calles consideradas de primera o segunda categoría, por lo que las tasas por una terraza de verano de 150 metros cuadrados con sombrillas y cerramiento con jardineras o enrejados puede acercarse al millón de pesetas por la temporada. El Ayuntamiento ha sacado a concurso este año una cuarta parte. de los puestos que se calcula fueron instalados el año pasado.
Tomas alejadas
Un problema que ha encarecido la instalación ha sido el hecho de que el Ayuntamiento reservase para los chiringuitos lugares alejados de tomas de agua o luz. En algunos casos, cuando se ha ido a realizar la acometida, los técnicos han comprobado que la toma de agua o luz estaba al otro lado de la calle, lo que, en teoría, obligaba a hacer una zanja.
Para evitar estas obras ha sido necesario dar permisos especiales para conectar con bocas de riego y cobrar un precio estimativo por el agua utilizada. Técnicos municipales confirmaron esta falta de previsión y afirmaron que ha sido debida a que la ordenanza fue aprobada en marzo y no ha habido tiempo para pedir información a las compañías sobre los puntos de toma de sus redes.
A pesar del desembolso de los concesionarios, los precios que cobrarán por las bebidas no serán muy superiores a los del año pasado, pues se cree que ello influiría negativamente en la afluencia de clientela.
La consecuencia de todo ello es que ni siquiera una decena de quioscos han podido empezar la colocación de las terrazas. Algunas no podrán estar en funcionamiento hasta finales de mes, aunque, a cambio, y para compnsar los gastos, se les prorrogará el permiso en 1989.
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