Mangada se desdice de sus afirmaciones contra las torres de KIO

El consejero de Política Territorial de la Comunidad de Madrid, Eduardo Mangada, se desdijo ayer de algunas de las afirmaciones que hizo el pasado mes de abril sobre la construcción de las denominadas torres de KIO en la plaza de Castilla. Mangada, que compareció ayer ante la comisión de Política Territorial de la Asamblea de Madrid, criticó entonces la actual gestión urbanística del Ayuntamiento de Madrid, de cuyo plan general fue responsable cuando era concejal del PCE.

El consejero reconoció que hace mes y medio se había expresado de forma "destempla da" sobre la polémica de las Torres de KIO, lo que justificó diciendo que a veces "la sangre tiene razones que hacen reventar las venas".Para Mangada, la construcción de las dos torres de 27 pisos de altura no es "un tema sustantivo" dentro de su consejería. El consejero de Política Territorial indicó durante la comparecencia de ayer que no se pronunciará sobre el estudio de detalle hasta que no le sea remitido en el trámite ante la comisión regional de Urbanismo, que únicamente, dijo, analizará los aspectos legales del planeamiento.

Mangada señaló que la comunidad autónoma no ha presentado alegaciones en contra del estudio de detalle de una manera estricta, pero añadió que ha enviado "una carta oficial" recomendando al ayuntamiento que tuviera en cuenta la importancia del intercambiador de transporte.

En su opinión, queda por establecer si el volumen de edificabilidad que se aplique al citado intercambiador (que en un primer momento se limitaba a una simple marquesina) será deducible o no del volumen general edificable.

"En su momento", dijo durante la comparecencia parlamentaria, "la Comunidad hará la oportuna valoración del estudio de detalle; aunque como profesional encuentro aspectos que podrían mejorarse". En su condición de urbanista, Mangada ratificó su desacuerdo con el actual estudio de detalle, en especial en lo relativo a la falta de una solución adecuada para los problemas de tráfico, así como lo que hace referencia al volumen de edificabilidad.

Tras un debate fundamentalmente técnico, Mangada reconoció que había existido "un cierto mecanismo especulativo financiero" en la operación de la construcción de las torres de la plaza de Castilla. No obstante añadió que en el plan general de urbanismo de Madrid se consagró el principio de convenio con los propietarios de algunos terrenos que quedaban insertos en la trama urbana de la ciudad. Mangada lamentó con cierta ironía "defraudar a aquellas personas que esperaban una confrontación política" en su intervención de ayer.