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Crítica:CANCIÓN
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

De la consolación por la melancolía

Si Manuel Vicent no fuera tan puntual antitaurino se podría decir que había tomado la alternativa lírica de manos de Amancio Prada. Vicent ha escrito los textos de Navegando la noche, último trabajo discográfico del cantante y compositor berciano. Mientras que para Amancio este evento significa un cambio de tercio, para Manuel Vicent es una chicuelina. Había expectación en el respetable por conocer en directo el fruto de este capotazo al alimón. Vicent no acudió al estreno porque, según se dijo, había per dido un avión en Roma. Algunos pensaron que en realidad tenía más canguelo que el Paula.Prada creció entre manzanos Vicent, entre limoneros. Prada es místico; Vicent, cítrico. A Vicent le producen infinito amor los perdedores; Amancio Prada canta que "sólo de lo perdido vive el hombre". Están los dos atrapados por la melancolía y por la noche. Vicent se parapeta en agresivas ternuras; Prada se escuda en fingida frialdad.

Amancio Prada, Navegando la noche

Rodrígo García (guitarra), Pepe Marchante (guitarra), Juan Giralt (teclados), Agustín Serrano (piano), Mariano Melguizo (violonchelo), Bruno Vida] (bajo eléctrico), Carlos Carlí (batería). Dirección escénica: Emilio Hernández. Centro Cultural de la Villa. Madrid, del 1 al 5 de junio.

Las canciones de Navegando la noche podían haber sido todas ellas columnas periodísticas de Vicent: historias de soledades, de amores adolescentes, una bomba que destruye a un perro y a cuatro niños, el otoño en la ciudad, un hombre que fue feliz cuando era niño y buscaba pájaros en los limoneros. Amancio Prada ha musicalizado los textos exquisitamente, utilizando para ello todos los recursos del pop y adecuándolos a su voz, cada vez más flexible, cada vez mejor impostada. Una de las nuevas canciones que provocó mayores ovaciones fue Semáforo, tanto por el acierto de los arreglos musicales como por la belleza del texto y de la interpretación.

Prada ha salido de la noche oscura del alma y se ha infiltrado en la noche no menos oscura del asfalto. No cantó a san Juan de la Cruz, pero sí a Cunqueiro, a Lorca, a García Calvo, a Chicho Sánchez Ferlosio. Al final, ovación de gala y brisas de melancolía en los tendidos.

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